jueves, 20 de noviembre de 2014

Parto humanizado con calor y asistencia médica



Si bien existen muchos tipos de parto, que varían según las costumbres, tradiciones y los propios sistemas de salud vigentes, el mejor es el que favorece las preferencias de la madre al momento de dar a luz, plantea Luciano Gutiérrez, ginecólogo obstetra, especialista en reproducción.

El denominado alumbramiento humanizado, dice, es una excelente alternativa, puesto que toma en cuenta decisiones de la madre como la posición y el lugar en el que quiere dar a luz, pero siempre asesorada por personal médico especializado que garantiza, tanto su bienestar como el del neonato, todo precedido del respectivo control prenatal.

“El parto humanizado o parto psicoprofiláctico es un concepto que surge a inicios de los 80 en Montevideo, Uruguay, que consiste en un parto hospitalario en el que a la madre se le da todo el calor humano, como si estuviera en su domicilio, o sea con atención cordial de parte del personal médico y paramédico, que la habitación sea confortable y que se parezca más al cuarto de una casa que a una pieza hospitalaria. De igual manera, el acompañamiento de la pareja en todo momento es importante, podría estar también la madre o la hermana siempre que sean de ayuda para que la paciente guarde calma”, detalla Gutiérrez.

Para optar por este tipo de alumbramiento sin riesgos se le proporciona a la madre conocimientos teóricos elementales sobre anatomía y fisiología del embarazo y parto, los síntomas que lo anuncian —contracciones, dilatación y expulsión—, y se dedica un espacio a temas de nutrición y vida diaria durante la gestación.

Además, las mamás aprenden diversos ejercicios y tipos de respiración que le serán útiles al momento de dar a luz, así como a adiestrar los músculos que harán un esfuerzo extra en el parto y a aprovechar al máximo el descanso entre contracciones.

Aplicar esta rutina permite un adecuado manejo de las emociones, elimina la tensión y brinda calma, explica Fernando Álvarez, director regional de CIES, organización privada sin fines de lucro que, entre otros, promueve esta opción con la idea de reducir el número de alumbramientos domiciliarios, pues éstos comprometen la salud de la madre y del niño.

Álvarez enfatiza en que entre las ventajas del parto humanizado está la reducción de la ansiedad y el temor de la madre porque puede elegir la posición más cómoda para dar a luz, un espacio que sea confortable y el tipo de compañía, además se informa sobre el procedimiento, interactuando con el personal de salud antes, durante y después del nacimiento.

Gutiérrez agrega que esta práctica permite una rápida recuperación de la madre, pues ella puede ingerir alimentos líquidos y sólidos o caminar, si así lo desea, prácticamente al instante después de que nació su bebé porque el dolor es mínimo.

“Es imprescindible educar a la gente para que pierda el temor de visitar un hospital y a la vez que los médicos y todo el personal de salud brinden una atención de calidez y calidad para revertir el riesgo al que están expuestas las madres en nuestro país, donde el parto domiciliario es frecuente; éste es desaconsejado, ya que los riesgos de infección, sangrado y complicaciones como la elevación de la presión arterial y la preeclampsia son recurrentes, y las razones por las que Bolivia ocupa los primeros lugares en mortalidad materno-infantil”.

Fuente: Dr. Luciano Gutiérrez, ginecólogo obstetra y Dr. Fernando Álvarez, gerente regional de CIES La Paz.


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