jueves, 27 de noviembre de 2014

Los primeros dientes del bebé

La dentición empieza en el embarazo, ya que comienza la calcificación de los dientes durante el séptimo mes de gestación. La erupción de éstos inicia entre los tres meses y un año de vida. Este momento suele ser difícil tanto para los padres como para el bebé, ya que provoca dolores.

Es fundamental reconocer los síntomas de la dentición para poder ayudar al bebé y evitar preocuparse. Esta etapa de la vida es imprescindible y no corresponde a ninguna enfermedad. Cuando van a salir los dientes, el pequeño suele salivar en exceso y busca objetos de manera constante para mordisquear. Esto le ayuda a aliviar las molestias. Además, puede estar irritable y llora fácilmente. Por otro lado, sus encías se hinchan y sus cachetes se vuelven rojos. Es también común que presente dificultades para dormirse y coma en menor cantidad.

4 FORMAs PARA ALIVIAR sU MALESTAR

FRÍO

Se recomienda comprar un anillo de dentición, el cual puedes encontrar en las farmacias y supermercados. Colócalo en el refrigerador para que enfríe durante unas horas. Luego, proporciónalo a tu bebé para que lo pueda mordisquear. El frío logra anestesiar la encía y alivia temporalmente el dolor. Además, el hecho de mascar contribuye a masajear la encía dolorosa sin que la pueda herir. Puedes encontrar diferentes modelos en los comercios. Opta por uno ligero y lúdico para que atraiga al niño. No olvides lavarlo frecuentemente para que no le entre ninguna bacteria en su organismo. Toma en cuenta que no debes ubicar este anillo en el congelador, ya que puede provocar quemaduras en la boca del menor.

ATENCIÓN

En algunos casos, es necesario prestarle atención al pequeño y proveerle mayor cantidad de cariños para tranquilizarlo. Se aconseja abrazarlo, caminar con él, cantarle una canción y escuchar música para distraerle de la incomodidad que siente en la boca.

MASAJES

En el momento de la dentición, la salivación del bebé se intensifica, lo que incrementa el reflejo de succión. Por esta razón, el niño necesita masajearse la encía con todos los objetos que encuentra. Debes tener cuidado que no ingiera ningún elemento que se pueda trancar en su garganta y provocarle asfixia. Por lo tanto, muchos pediatras sugieren a los padres realizar un masaje con sus dedos. Lávate previamente las manos con un jabón neutro. Puedes también aplicar una gota de limón sobre tu dedo. La presión ejercida por el masaje alivia el dolor y la atención que brindas al pequeño lo reconforta.

LIMPIEZA

Cuando sale el primer diente del infante, debes establecer una rutina de limpieza cotidiana. Frota delicadamente su encía con un cepillo de dientes blando o un trapo limpio. Esto previene la proliferación de bacterias y disminuye la irritación. Por lo tanto, alivia el dolor y calma los eventuales llantos del bebé.


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