El médico con especialidad en Salud Laboral Álvaro Castillo Strampfer advierte riesgos, tanto en la mujer, como en el feto, durante el proceso de gestación para una persona que desempeña un trabajo en una fuente laboral.
En el rubro manufacturero, por ejemplo, la exposición al ruido por encima de los niveles permitidos o la exposición a químicos potencialmente tóxicos pueden provocar consecuencias fatales.
Para el ginecólogo Alfredo Villarroel, el desarrollo de la gestación de una mujer que trabaja es un proceso normal, pero requiere de cuidados especiales, que debe tomar en cuenta la futura madre y el empleador.
“Dependiendo del rol de la persona embarazada en la empresa y el tipo de industria, se puede provocar malformaciones en el feto, abortos”, preparto pretérmino”.
La ginecóloga Wilma Torrico coincide con sus colegas y señala que la etapa de gestación es un proceso de responsabilidad compartida entre la madre gestante y la empresa.
Castillo Strampfer explica que es necesario precisar el tiempo permitido para realizar tareas de pie o sentada y en qué periodos del embarazo respectivamente. Trabajos que impliquen exposición al frío o calor intenso, dentro de la definición de los mismos, no deberán realizarse a lo largo de todo el embarazo.
El especialista señala que un rubro de alta complejidad en este tema es aquel con exposición a material biológico que implica a médicos, enfermeras, bioquímicas, cuidadoras de ancianos y parvularias principalmente.
Según Castillo Strampfer, en los hospitales, por ejemplo en el área quirúrgica, los accidentes con agujas u otros objetos punzocortantes contaminados pueden ser la vía de contagio de enfermedades infecciosas graves para la mamá y el bebé como la Hepatitis B, Hepatitis C y por supuesto VIH.
En el caso de las parvularias, el contacto corporal estrecho con niños pequeños, así como su aseo y cambio de pañales puede ser también una potencial fuente de contagio de enfermedades como la hepatitis A, el citomegalovirus, sarampión, rubéola y paperas, todas ellas con gravísimas consecuencias para el bebé y su normal desarrollo gestacional.
“Al repasar todos estos temas no podemos dejar de lado el tema del estrés. La exposición al mismo puede también desencadenar consecuencias negativas en el proceso. Aquí cabe mencionar la presión excesiva para la obtención de resultados o ventas en el trabajo, la conducción de vehículos por largas distancias o la asignación de tareas que exijan mayor esfuerzo físico y mental que aquel que normalmente es requerido”, apunta Castillo Strampfer.
Torrico insistió en que el embarazo regular depende del tipo de trabajo que realiza persona gestante.
Cargar y levantar pesos deben tener también límites estrictos de acuerdo a la etapa del embarazo.
Trabajo y derechos
En Bolivia, resalta Castillo Strampfer, es evidente que las mujeres trabajadoras de todos los rubros son mayoritariamente mujeres en edad fértil. Es decir, que oscilan entre los 15 y 45 años de edad.
Si bien sus derechos laborales están claramente establecidos en las leyes, es también imprescindible realizar los controles médicos respectivos a lo largo de los nueve meses del proceso de gestación.
Álvaro Castillo Strampfer
Médico-Especialista en Medicina del Trabajo
Trabaja en SANO S.R.L.
Pasos del control y recomendaciones
1
Control prenatal
Es obligación de las mujeres embarazadas asistir al control prenatal y obstétrico todos los meses para verificar el estado de salud tanto de la madre como del bebé. Sin embargo, lo que no todas saben es que también deben someterse a una consulta ocupacional.
2
Primer trimestre
El control prenatal debe iniciarse en el primer trimestre del embarazo, es decir, desde el primer momento que se haya diagnosticado la gestación para establecer los periodos temporales y detectar los factores de riesgo.
Este proceso tiene como objetivo una oportuna identificación de todos los incovenientes que pueda tener la madre gestante.
3
Historia clínica
La historia clínica se convierte en la mejor fuente de información para detectar y evaluar los riesgos por enfermedades de la gestante o el desarrollo de patologías durante la gestación.
Se recomienda que este control debe realizarse durante los nueve meses de la gestación.
4
Última fase
La mujer embarazada debe estar capacitada para reconocer los movimientos fetales alrededor del quinto mes ya que su frecuencia e intensidad son un signo de salud fetal.
También debe reconocer el inicio del trabajo de parto.
Estilo de vida saludable para las mujeres embarazadas
La salud debe entenderse como un estado de bienestar físico, mental y social. En ningún caso es la sola ausencia de enfermedad.
Estilo de vida es un complejo sistema compuesto por actitudes, hábitos y prácticas que influyen positiva o negativamente en la salud - enfermedad. En la construcción del estilo de vida convergen influencias familiares, sociales y otras que condicionan el conocimiento, las actitudes y los hábitos. La alimentación saludable, consiste en la ingesta de abundante fruta, verduras, cereales integrales, productos lácteos bajos en grasa y proteína magra.
Una de las maneras por la cual las mujeres pueden preparar un embarazo sin riesgo es adoptar hábitos saludables incluso antes de quedar embarazadas. Un aspecto importante es mantener un peso saludable, resultado de la combinación entre la alimentación saludable y la actividad física regular.
El consumo diario de alimentos adecuados y la actitud vital, influyen en el estado de salud, sin importar la edad de las personas. Sin embargo, el entorno, puede ejercitar presiones para orientar el comportamiento alimenticio. Un ejemplo es el falso mito de “comer por dos” durante el embarazo. La dieta de la mujer embarazada tiene que cubrir las necesidades nutricionales de la madre y el bebé. Sus propósitos son: aportar energía adicional, el equilibrio de macronutrientes e incrementar la ingesta de proteínas. La ingesta excesiva puede poner en riesgo el bienestar de la madre y producir afecciones que pueden aparecer durante el embarazo, como la diabetes gestacional e hipertensión.
La actividad física apropiada y adecuada al tiempo de gestación de cada mujer es un factor importante para llevar un embarazo sin riesgo. El equilibrio entre la ingesta alimentaria (combustible - energía) y la actividad física (gasto energético), incidirán en su salud y su bienestar.
En general, respetando la especificidad, no es indispensable que la mujer embarazada limite o elimine la actividad física, siempre y cuando no produzca fatiga o riesgos de lesión. Investigaciones a propósito del tema sugieren que las mujeres habituadas al ejercicio físico antes de la gestación, pueden desarrollar actividad física durante el embarazo.
Es recomendable para las mujeres embarazadas de hábitos sedentarios, caminar con frecuencia. Es ideal caminar a una velocidad que permita hablar, durante 30 minutos.
La actividad física regular y una alimentación adecuada durante la gestación, mejora las condiciones físicas y ayuda a mantener el peso estable durante su desarrollo.
No se debe olvidar que la alimentación durante el embarazo debe satisfacer las necesidades nutricionales de la madre, garantizar el desarrollo del bebé, prepararla para un parto sin riesgos y preparar su cuerpo para la lactancia. Por ello es importante que toda mujer embarazada asista a sus controles y cuide su alimentación en cada periodo de su embarazo con la orientación de su médico.
Denis Ricaldi Arévalo
Antropólogo
Actualmente Cocinero y Asesor nutricional en Salatta -Cochabamba Cel: 60358704
E-mail: itapaya@yahoo.es
