sábado, 13 de febrero de 2016

Bebé adulto y amante del pañal, trastorno poco conocido

Miguelito usa pañales, viste un trajecito azul y toma su mamila cuando tiene hambre instalado en su cuna. Todo eso estaría muy bien si Miguelito fuera un nene. En realidad, se trata de un hombre de 37 años que trabaja como administrador de empresas y a quien le gusta que le cuiden como a un bebé… un bebé adulto.

Él es uno de los miles de casos que existen en el mundo de ABDL, (en inglés Adult Baby Diaper Lover) que significa ‘Bebé Adulto y Amante del Pañal’. Son personas que confiesan sentirse relajadas y en paz cuando adoptan esta personalidad y comportamiento, pero en ningún caso sienten atracción sexual por los niños.

El nombre científico de esta práctica, que no debe confundirse con una patología, es infantilismo parafílico o autonepiofilia. Los psicólogos insisten en aclarar que se trata de un trastorno que nada tiene que ver con la pedofilia. "Estas personas disfrutan comportándose como bebés o siendo atendidos como tales, pero no sienten ningún tipo de atracción sexual por los niños", asegura la psicóloga española Laura García.

Los primeros casos reportados datan de la década de los 1960 y lo que llama la atención de los especialistas es que cada vez más personas adhieren a este comportamiento. Incluso, algunos prefieren definirlo como una subcultura, para la que ya existe un nuevo mercado: hay empresas que fabrican pañales, biberones, chupetes, cunas y vestimenta infantil, todo especialmente adaptado al tamaño de un adulto.

Algunos especialistas tienden a asociar a este síndrome con un tipo de fetichismo sexual donde el placer está puesto en usar pañales o vestirse como un bebé. Profesionales de la revista The American Journal of Psichiatry encontraron que estos casos se dan en personas que fantasean con encuentros íntimos donde son libres de culpa, responsabilidad y control.

Actualmente, existen videos, foros y blogs que permiten comprender mejor el fenómeno, como el de Bebé Irlandés, un usuario autodeclarado adulto bebé que a través de su sitio publica datos inéditos sobre esta patología. También hay páginas que ofrecen consejos para llevar adelante estas conductas, como por ejemplo las que indican cómo construir y decorar un cuarto bajo estas características.

Después de saber esto no volverás a comer las uñas



De acuerdo a American Psychiatric Press Washington, Onicofagia, es el nombre que se conoce al hábito de poner las uñas a la boca y es provocada principalmente por los nervios, el estrés y la ansiedad.

Sin embargo, los especialistas advierten de riesgos importantes para la salud, porque es un mal hábito equiparable a la necesidad de fumar o comer compulsivamente.

Las uñas son el lugar ideal para la proliferación de bacterias como escherichia coli (que causa diarrea y problemas intestinales) hasta la salmonela.

Las personas que se muerden las uñas pueden sufrir paroniquia, una infección alrededor de las uñas que causa pus, hinchazón y enrojecimiento.

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