Productos sin pasteurizar. Para el nutricionista Edwin López, las mujeres en etapa de gestación y las personas que no lo están no deben consumir productos lácteos sin pasteurizar. Si el proceso de preparación no hubiera sido bien realizado y hubieran quedado impurezas o bacterias, "la leche podría estar infectada con listeria, una bacteria muy peligrosa, y según varias investigaciones hubo casos fatales en embarazadas y en sus fetos".
Huevos crudos. El nutricionista lamenta que en Bolivia no se apliquen los estándares internacionales de manejo de alimentos y más aún sobre los huevos. "Aquí las granjas los recogen después de horas, días o semanas desde los nidos, todos sucios, con excremento de los animales, que obviamente infecta el alimento", aseveró.
Es por ello que se debe lavar y cocinar el huevo antes de consumirlo.
Carnes poco o casi cocidas. "El cuerpo humano no asimila las proteínas y nutrientes de las carnes animales a menos que estén cocidas a 180 grados centígrados", remarcó López. Por tanto, no es bueno para la futura mamá ni para cualquier otra persona ingerir las carnes casi crudas o poco cocidas, "puesto que son focos perfectos de infección de bacterias que todas las carnes tienen", aseguró la experta en alimentos Ingrid Ardaya.
Pescado. El Grupo Estatal de Investigación para el Bien Público de Estados Unidos afirmó que el consumo más seguro es de salmón salvaje del pacífico, trucha criada en granjas o en criaderos, bagre criado en granjas o en criaderos, filetes de pescado, lenguado, corvina, cangrejo azul del Atlántico medio y abadejo. "Todos cocidos o, en su defecto, con bastante limón", destacó López.
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