sábado, 25 de abril de 2015

Claves para elegir la silla infantil


Merecen toda la atención del mundo. Por eso cuando se los lleva en el automóvil es necesario tener acoplado un asiento especial para ellos. Y no es tarea fácil elegir uno. Es importante saber que cada niño debe ir en el coche con un sistema de retención infantil (SRI) adecuado a su talla y peso, que esté homologado y que vaya sido colocado correctamente. Si se tiene un dispositivo inadecuado, o que no vaya correctamente instalado y abrochado, en caso de percance no servirá de nada. La gente de Autosud recomienda tomar en cuenta los siguiente.

El peso. Dependiendo del peso del niño, le corresponderá un tipo de silla u otro. Es el factor más importante para elegir silla infantil, ya que el peso del niño es el que determina la resistencia que debe ofrecer el SRI en caso de accidente.

La estatura. También es un factor fundamental a la hora de elegir silla infantil para el coche, ya que los asientos no deben quedarse cortos o “pequeños” a medida que el niño va creciendo. Si la estatura del niño es igual o superior a los 135 cm, los menores de doce años pueden utilizar el propio cinturón de seguridad para adultos (incluyendo el asiento del pasajero), siempre y cuando se ajuste correctamente. En todo caso, los asientos elevadores del tipo III están diseñados para poder ser utilizados por niños de hasta 150 cm de altura y son más seguros.

La edad. Los sistemas de retención infantil no son los mismos para un recién nacido que para un niño de cinco años, por ejemplo. Eso sí, durante el primer año de edad y hasta que el niño pesa al menos 9 kg, los bebés deben viajar siempre mirando hacia atrás. Irán más protegidos en caso de tener un accidente. En niños de entre 5 y 9 años de edad, los asientos infantiles adecuados previenen el 57% de las lesiones en caso de percance. En niños que tienen más de 10 años, hay que ajustar el cinturón de seguridad con el cojín elevador.

Garantías. El asiento que se elija debe estar siempre homologado. Así se garantiza que cumple con las condiciones mínimas de seguridad exigidas por los gobiernos de cada país. Por ello, cuando se vaya a comprar un SRI, es mejor asegurarse de que posee la etiqueta de homologación en un lugar visible.

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