martes, 20 de octubre de 2015

Pechos firmes tras la lactancia

Los pechos son particularmente sensibles a las fluctuaciones hormonales y presentan modificaciones importantes durante los nueve meses de embarazo, ya que se preparan para la lactancia. Se debe tomar en cuenta que su volumen suele aumentar, debido a que tienen que producir leche. Después del destete (periodo en el cual se deja de amamantar al bebé para empezar a darle un régimen diversificado), muchas mujeres tienen la impresión que sus senos están caídos y flácidos. Asimismo, pueden aparecer estrías en los mismos.

Es importante destacar que los pechos vuelven a ser firmes, de manera espontánea, seis meses luego de la lactancia. Sin embargo, es posible acelerar este proceso con acciones y ejercicios específicos.

La dieta juega un rol clave en la estética de los pechos. Es fundamental tener una alimentación equilibrada. Asimismo, se recomienda consumir grandes cantidades de frutas, verduras y legumbres. Los especialistas indican no realizar regímenes alimenticios estrictos para perder el peso que se acumula durante la gestación, ya que un adelgazamiento mayor de un kilo por semana daña la elastina y el colágeno que brindan firmeza a los senos. Es preferible efectuar actividades deportivas y evitar consumir alimentos calóricos en exceso.

Movimientos interesantes

Se recomienda efectuar una serie de ejercicios de gimnasia, ya que permiten recuperar el tono y firmeza en el pecho después de la lactancia. No debemos olvidar que los pechos son una estructura blanda, la cual es sujetada por una base de ligamentos y músculos. Por eso, es importante ejercitarlos para que no estén caídos.

En primer lugar, ponte de pie y junta tus manos delante de tu cuerpo con los codos dirigidos hacia los lados. Ubica las palmas de las manos una contra la otra y presiona durante 15 segundos, respirando hondo. Repite esta acción 10 veces.

También puedes colocarte de pie y juntar las manos a la altura de tu pecho, flexionando los codos. Cruza los dedos de la mano izquierda con los de la derecha. Realiza una tensión, intentando separar tus dos manos durante 15 segundos. Efectúa este ejercicio 10 veces.

Otra opción consiste en utilizar pesas. Ponte de pie con una pesa en cada mano. Flexiona tus brazos delante del cuerpo y levanta los codos hacia los hombros. Toma en cuenta que los antebrazos deben tener una posición recta delante de los senos. Luego, estira los codos hacia arriba. Debes repetir este movimiento 15 veces.

Elementos que no se aconsejan

SAL

Debido a que la sal favorece la retención de líquidos, suele perturbar la irrigación de los tejidos cutáneos. Por eso, debes evitar añadirla a tus preparaciones culinarias.

BAÑOS

Aunque suelen ser muy relajantes, los baños calientes y prolongados desecan la epidermis, lo que favorece su aspecto flácido. Es preferible ducharse con agua tibia a diario.

SOL

Las exposiciones frecuentes a los rayos solares aflojan los tejidos cutáneos. Además, favorecen la aparición de manchas pigmentarias y pliegues en los pechos.

Sin corpiño

Muchas mujeres no quieren usar corpiños durante el día y la noche, ya que les provocan incomodidades. Sin embargo, son esenciales para sostener los pechos.


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