viernes, 23 de octubre de 2015

El embarazo extrauterino pone en riesgo a la madre

Normalmente un embarazo se convierte en una alegría para toda una familia; sin embargo, si es ectópico no solo es considerado fallido, sino que la vida de la madre corre peligro. Es importante actuar con la mayor prontitud para evitar secuelas que vuelvan a provocar esta situación en la mujer.

¿Qué es el embarazo ectópico?
Luego de que el óvulo ha sido fecundado por el espermatozoide, tiene que viajar hasta la cavidad uterina para que comience a desarrollarse el feto; sin embargo, si no llega a destino comenzarán los problemas para la madre.

“Si el embrión se desarrolla fuera de la cavidad uterina, es decir en los ovarios, el cuello del útero, las trompas o en la cavidad abdominal, se habla de un embarazo ectópico o extrauterino”, explicó la ginecóloga Carmen Aguilera.

Las causas y factores de riesgo. Son varios los motivos para que se dé esta situación. La ginecóloga Sandra Raya explicó que una de ellas son las infecciones como la clamidia que hacen que las paredes de las trompas se adhieran entre sí y por ende, el viaje del embrión a la cavidad uterina quede interrumpido.

Las cirugías mal realizadas en la zona pélvica y la fibrosis, que son tumores benignos que suelen desarrollarse en el útero, también estrechan el útero.

Las malformaciones congénitas en las trompas, anteriores embarazos ectópicos, embarazos a edades por encima de los 35 años, una ligadura de los ovarios y el haber tenido varios compañeros sexuales, son algunos de los factores de riesgo que viabilizan esta situación en las madres.

Tratamiento. Al no estar desarrollándose en la cavidad uterina, el embarazo debe ser interrumpido. “Lo único que se puede hacer en esta situación es salvar a la madre”, explicó Aguilera.

Si la gestación es de más de seis semanas, la única manera de proceder que no ponga en riesgo a la madre es a través de una operación. “Solo si el embarazo tiene menos tiempo, este se puede interrumpir a través de medicamentos”, destacó Raya.

Prevención. Las especialistas recomiendan realizar chequeos y consultas ginecológicas al menos dos veces al año para descartar procesos infecciosos que comprometan a las pacientes. “Si las relaciones sexuales no son con protección hay riesgo de contraer la clamidia, que afecta directamente en este tema”, destacó Raya.

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