sábado, 24 de octubre de 2015

Armonízate con tu embarazo

EL YOGA BRINDA A LAS FUTURAS MAMÁS UNA HERRAMIENTA ÚTIL PARA LLEVAR A CABO SU EXPERIENCIA, PERMITIÉNDOLES DISFRUTAR DE ESTE REGALO DE LA VIDA DE MODO QUE PUEDAN SORTEAR EL TIEMPO DE EMBARAZO Y EL TRANCE DEL PARTO EN LAS MEJORES CONDICIONES.

"La gestación es un estado de privilegio, consecuencia natural del maravilloso don de la mujer para ser parte activa de la procreación. A través de la gestación, la mujer alcanza uno de los momentos más esplendorosos de su vida, irradia brillo y su radiancia permite agudizar su concentración, su comprensión, su inteligencia, su creatividad y aumentar su belleza”, indica Magena Badani instructora de Adhyátma Yoga.

Podemos dar varias definiciones sobre qué es el Yoga y la palabra más genuina para abordar el tema es la de: “una actividad armonizadora”, indica Badani.

Sabemos que como seres humanos vivimos en un constante desequilibrio y que el organismo permanentemente intenta reorganizarse. En el caso de las embarazadas, este hecho se manifiesta tanto en lo que respecta al cuerpo físico como la mente y las emociones. Ya sea que hablemos de cambios internos, hormonales, posturales, funcionales como de cambios psíquicos, la madre tiene que adaptarse a un cambio radical en su vida.



EL YOGA PRENATAL

“La embarazada es una mujer absolutamente normal, que está transcurriendo una etapa de su vida para lo cual su cuerpo, mente y espíritu están perfectamente adaptados. Lo que significa que, salvo opinión distinta de su médico, ella está en condiciones de realizar todas aquellas posturas y movimientos que le permita su cuerpo a medida que esté vaya cambiando”, indica Badani.

Una sesión de yoga está estructurada específicamente para el trabajo que la mamá puede realizar con facilidad desde el cuarto mes de embarazo hasta el día del parto. El Yoga ejercita tanto la mente como el cuerpo. A medida que se aprende y se observa la liberación y fluidez de la respiración y el alivio de tensión en el cuerpo por medio del movimiento, la conexión con el interior se agudiza, lo que permite estar más consciente de los sentimientos y las emociones entendiéndose con mayor claridad cómo ellos se expresan mediante el cuerpo, explica.

Cuando estamos felices nos sentimos relajados, ligeros, sueltos y cómodos. Cuando no estamos felices y estamos asustados, enojados o ansiosos, nuestro cuerpo se tensiona para protegernos del dolor emocional. Almacenamos recuerdos en nuestro cuerpo emocional desde el momento de la concepción hasta el momento presente, de modo que, durante los años, el estrés emocional llega a ser como una armadura de defensa, indica.

“Esta tensión se profundiza mucho más en las mujeres embarazadas. Por esta razón, cuando se practica yoga, la tensión muscular empezará a relajarse gradualmente. A medida que la postura ante la vida cambia, los sentimientos originales que provocaron tensión aflorarán también brindándole una nueva oportunidad de experimentar, entender y relajarse. Todo desde el entendimiento de que el practicar yoga puede ser un instrumento útil para el alivio emocional, ayudando a liberar cualquier bloqueo reprimido o sentimientos no resueltos. Estado ideal para llevar un embarazo en paz y armonía”, explica la experta.

Magena Badani, como instructora de Yoga por más de 18 años, indica que el realizar un conjunto de trabajo específico con las mujeres embarazadas como: el fortalecimiento general y particular de los grupos musculares mediante posturas correctas de yoga; descubrir el centro de gravedad, observar que los movimientos de pelvis son la base para preparar el cuerpo y disponerlo para el tiempo de embarazo y el trabajo de parto; la focalización y activación del perineo, la práctica de respiración y un trabajo específico de práctica para el día del parto, son la base que toda madre debe tener y conocer durante su embarazo, de manera que llegue a término física y emocionalmente preparada.



BENEFICIOS DE PRACTICAR YOGA



Durante el primer trimestre

Teniendo en cuenta que es el momento en que más riesgos tiene el embarazo, lo ideal es que la actividad física se reduzca a pequeños paseos o caminatas, que le permitan a la madre conectarse con este nuevo estado. Es preferible no hacer esfuerzos que pueden comprometer a la seguridad del bebé.



Durante el segundo trimestre

Es el ideal para iniciar la práctica. Las mejores posturas para esta época son las que se realizan en posición de cuatro apoyos, ya que estas fortalecen la espalda. A medida que el embarazo avanza, la pelvis se desplaza hacia adelante y la curva lumbar se acentúa. Las posturas trabajan muy bien en descontracturar la columna y sobre todo la conexión y conciencia del trabajo que hay que realizar con la zona sacro lumbar.

También es el momento de iniciar con el trabajo de fortalecimiento del piso pélvico que ayudará a mantener el tono muscular tras el parto y son prácticas que precisamente entran en acción el día del parto y el resultado posterior para evitar la incontinencia tras dar a luz o, los prolapsos con el paso del tiempo.



Durante el último trimestre

Durante el último periodo de gestación se recomiendan posturas que le ayuden al bebe a encajarse (lograr la posición perfecta para nacer), mayores estiramientos, ejercicios que le ayuden a la abertura de espacios en la zona Sacro Lumbar, activar y tomar en cuenta el beneficio y la habilidad de enfocarse en la respiración para calmar la mente, reducir la ansiedad, acompañar a la contracción; reconociendo y experimentado los beneficios de los muchos que tiene el trabajo con la respiración antes, durante y después del día del parto. Todo con la intención de aplicar lo aprendido durante el periodo dilatante y en el momento de dar a luz.



EL PARTO NATURAL

El yoga prenatal ayuda a las mujeres a sentir y experimentar sus partos seguras y confiadas, entrando al parto informadas y con la capacidad de decidir entre las diferentes opciones con total libertad.

“El parto natural sin medicación para el dolor permite controlar el cuerpo al máximo posible, participar de forma activa durante todo el proceso y tener mínimas intervenciones de rutina en el momento del nacimiento. Si se opta por este camino, la madre tiene que aceptar e integrar el dolor y el malestar como parte de la experiencia de dar a luz. La presencia de la pareja o una persona experimentada acompañando el proceso ayuda a que el dolor sea mucho más llevadero, el masaje, el calor, pueden ayudarla y también proporcionarle un ambiente relajado, adecuado. El miedo y la desinformación aumentan la sensación de dolor”, asegura Badani.

Con la epidural la mujer se ve privada de esas sensaciones y de hormonas que se producen en el parto y que la ayudan a conectar emocionalmente con el bebé en el momento del nacimiento, indica.



BENEFICIOS DEL PARTO NATURAL

“Dar a luz es uno de los momentos más importantes por los que una mujer puede pasar, y en la actualidad, el método sin anestesia es una opción elegible por la madre. En este tipo de alumbramiento, donde no hay anestesia ni medicamentos para acelerar el proceso, se prioriza la relajación y la respiración como métodos para que la mujer tenga el control de su cuerpo al momento de dar a luz. Sobre los requisitos que hay que tener para un parto natural y que éste sea seguro, es necesario que la madre se sienta confiada, tranquila, no observada y se entregue a la experiencia totalmente”, asegura.

El parto natural permite vivir la experiencia de la llegada del bebé de una forma más cercana y activa, ya que la mamá está más despierta y más involucrada físicamente en el proceso.

“Cuando un bebé está en el vientre, aprende del estado de conciencia de la mamá. Cuando nace, la primera maestra es ella. El yoga conduce a que la entonación que tuvo durante el embarazo ha estado cultivando una forma realmente efectiva de relajarse y realzar su habilidad para aceptar y ser partícipe al cien por ciento de la energía del nacimiento”, explica.

“Muchas de las posiciones que usamos durante el embarazo son muy similares a las posiciones que las mujeres instintivamente asumen durante el trabajo de parto, especialmente aquellas que tienen que ver con abrir y relajar la pelvis. La práctica regular de los ejercicios pélvicos ayuda a acomodarse en posiciones tales como agacharse o arrodillarse, las cuales son naturales durante el trabajo de parto y nacimiento. Cuando la madre está haciendo yoga en el embarazo, su cuerpo automáticamente asume este conocimiento de modo que sin ninguna necesidad de pensar en ello, se moverá libre y espontáneamente en el trabajo de parto”, dice.

“A medida que tus pensamientos se vuelven hacia el bienestar y desarrollo de tu niño o niña, estás más dispuesta a darte mayor cuenta de tu propio estado de salud y de mayor atención a la forma en cómo te sientes física y emocionalmente. El embarazo te hace más consciente del intuitivo e instintivo lado de tu naturaleza. A medida que los meses pasan sentirás una creciente necesidad de pasar algo de tu tiempo relajándote y enfocándote en el milagro que se está realizando dentro de tu cuerpo”, indica.

“Es tiempo de reforzar la vitalidad y energía para el parto, dedicando un tiempo de cada día para el yoga, lo cual dará ese espacio para enfocarte más profundamente con tu embarazo. Esto es especialmente importante si estás trabajando y tienes una vida muy ocupada, estresante o una familia que te demanda mucha atención. No importa cuán ocupada estés el yoga te ayudará a llevar tu vida en una forma más relajada”, concluye Badani.

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