“Hasta ahora yo había estudiado la comunicación entre padres y crías en varias especies animales y me sorprendió muchísimo cuando vi lo poco que sabemos sobre el bebé humano”, explica Nicolas Mathevon, autor principal del estudio.
Clave: dedicar tiempo
Según el trabajo, lo que realmente marca la diferencia en la capacidad de identificar al niño con solo oírlo es cuánto tiempo pasa el progenitor junto a él. “Esto sugiere un papel importante de la experiencia, más que predisposiciones innatas específicas del sexo”, dice Mathevon. Aunque esta investigación no compara cuál de los dos progenitores es mejor a la hora de interpretar por qué llora el bebé, ese será el segundo paso del estudio.
Otras investigaciones semejantes realizadas en las décadas de los 70 y los 80 llegaron a la conclusión de que las madres eran más eficaces que los padres a la hora de reconocer a su bebé, pero ninguno de ellos tenía en cuenta el tiempo que cada uno de los dos pasaba con el niño.
El estudio recalca también que el contacto diario con otros bebés perjudica la capacidad de reconocer al propio. También se tomará en cuenta si el nivel de testosterona, que baja con la paternidad, influye en el reconocimiento /SINC
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