En Bolivia y durante 2012, el 40% de los nacimientos fue realizado por cesárea. Las causas son las emergencias ante el peligro de muerte de la madre o el bebé, el miedo al dolor, por estética y la inducción del médico, según especialistas y autoridades consultados por La Razón.
América Latina es la región del mundo donde más cesáreas se practican. El 38% de los nacidos, entre 2006 y 2010, vinieron al mundo en un quirófano, según el último informe de Unicef denominado Estado Mundial de la Infancia, publicado por El País.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que la cesárea debe realizarse cuando el parto no se puede desarrollar de manera normal, lo que sucede en un 15%. Por encima de esa cifra se consideran intervenciones quirúrgicas innecesarias.
La cesárea es el parto a través de una abertura quirúrgica en el área ventral baja de la madre. La operación se hace cuando no es seguro dar a luz al bebé a través de un nacimiento natural, explicó el director del Hospital de la Mujer, Alfredo Dulón.
El director nacional de Salud del ministerio del área, Rubén Colque, informó que en los centros de salud del sistema público del país, de primer o segundo y tercer nivel, el año pasado se atendieron 186.440 alumbramientos, de ellos el 34,3% fue sometido a una cesárea. “Sumando los casos que se reportan en la seguridad social, el sector privado y otras entidades, debemos llegar al 40% de cesáreas en el país”, aseveró la autoridad.
De acuerdo con el reporte de la Caja Nacional de Salud (CNS), en 2012 se reportó un total de 20.678 partos, 11.272 fueron de forma natural, 160 complicados y 9.246 (44%) por cesáreas.A decir de Colque, la cifra se eleva mucho más en el sector privado, pero no se tiene informes oficiales. “No tenemos datos de los privados, pero buscaremos uniformar los datos y tener un reporte real”.
Las cesáreas no sólo se practican por emergencia. Según el director del CIES, Johnny López, también hay mujeres que prefieren evitar un parto natural por motivos de estética y sexuales. “Ahora la mujer busca lo estético y evita que los músculos de la vagina se estresen por el parto”.
Respecto al miedo al dolor, el anestesiólogo del Hospital de la Mujer, Juan Carlos García, señaló que la mujer es traumada por familiares. “No quiere sufrir al dar a luz, por ello busca la cesárea; pero hay métodos, como el parto sin dolor”.
Según el informe de Unicef, en México uno de cada dos nace mediante cesárea, en Brasil sucede igual, y en Paraguay la cifra asciende al 33%. En el Hospital de la Mujer de La Paz cada día se realizan entre 7 y 12 cesáreas, la mayoría son casos que llegan de emergencia, derivados de otros centros.
Costos. No todas las mujeres optan por someterse a una cirugía. En el caso de Eva S., quien llevaba un embarazo de 30 semanas, se le rompió la bolsa y por emergencia la tuvieron que operar. Hoy se encuentra en recuperación y su bebé prematuro en una incubadora.
Otro es el caso de Marlene B., una paciente que fue atendida en una clínica de Miraflores, quien pese a estar en perfecto estado de salud fue inducida por el galeno a someterse a la cesárea. Al final estuvo más de una semana en el centro y la cuenta se elevó más de lo que ella había calculado.
“Es cierto que hay una inducción de algunos galenos para someter a la madre a una cesárea. Con esta acción ganan un monto económico, además no tienen que estar corriendo de madrugada para atender el parto”, aseveró el Director del CIES .
Los costos por una cesárea están entre Bs 3.480 a 13.920 ($us 500 a $us 2.000) en una clínica privada; en cambio en el sistema público, por el Seguro Universal Materno Infantil (SUMI), el monto es de Bs 272 ($us 38), según Colque, de Salud.
El Director del Hospital de la Mujer indicó que el precio sube con la cesárea, porque intervienen más profesionales. “Participan el obstetra, un ayudante, anestesiólogo, pediatra, instrumentista. En un parto natural está el obstetra, el pediatra y la enfermera, y los costos son mínimos”, dijo.
Razones para la cirugía
Posición anormal del bebé dentro del úter, como cruzado o con los pies por delante; problemas del desarrollo del feto, como hidrocefalia o espina bífida; embarazos múltiples (trillizos y gemelos); infección por VIH en la madre; miomas uterinos grandes en el cuello uterino; trabajo de parto prolongado; bebé muy grande; y problemas con la placenta o el cordón umbilical.
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