lunes, 22 de abril de 2013

Bebés con cólicos son propensos a migrañas en su adolescencia

Investigadores franceses e italianos han descubierto que gran parte de niños y adolescentes que padecen de migrañas, sufrió cólicos infantiles durante los primeros meses de vida

Un trabajo publicado en las páginas de la revista Journal of the American Medical Association´ (JAMA) ha observado una fuerte relación entre los cólicos en los primeros días de vida y el riesgo de sufrir migraña en la infancia o adolescencia.

Investigadores franceses e italianos, dirigidos por Silvia Romanello, del Hospital Robert Debré de París, compararon los antecedentes médicos de 208 niños de seis a 18 años que habían acudido a urgencias por una migraña, con otros 471 chicos de su misma edad que acudieron al hospital por otro problema de salud.

Entre los afectados por dolor de cabeza, un 72,6 por ciento había sufrido cólicos de recién nacido, frente a sólo el 26,5 por ciento del grupo control.

La relación estadística entre ambos trastornos es muy significativa, pero los médicos sólo se atreven a apuntar alguna hipótesis, sin establecer ninguna relación causal. Según el artículo, ambos problemas podrían compartir algún mecanismo fisiopatológico, como la hipersensibilidad de ciertas terminaciones nerviosas del intestino.

De confirmarse esta relación en estudios más amplios, explica a ELMUNDO.es el doctor David Ezpeleta Echavarri, coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología (SEN), "estaríamos ante el factor precursor de la migraña más precoz".

Hasta ahora, prosigue, existen algunos otros síndromes que se consideran precursores del dolor de cabeza en los niños, como los vómitos cíclicos o la llamada migraña abdominal. "Desde luego el estudio es sugerente en el sentido de que existe algún tipo de mecanismo compartido entre la migraña y algunos trastornos abdominales", concluye Ezpeleta.

Se calcula que un 5 por ciento de los niños sufre dolores de cabeza y en la mayoría de los casos, estos episodios continúan en la edad adulta. "A diferencia de los mayores, el tratamiento infantil está menos basado en los fármacos. Los niños suelen responder bien al efecto placebo y al descanso", apunta el neurólogo español.

La migraña se caracteriza por un dolor de cabeza palpitante, como golpes de martillo en uno o en ambos lados de la cabeza.

Muchas veces el dolor es tan fuerte que puede provocar mareos, náuseas y vómitos, bajada de tensión, molestias estomacales e incluso un aumento de la sensibilidad a los ruidos, olores y a la luz.

Las migrañas suelen durar minutos u horas y, en algunos casos, días.

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