jueves, 28 de mayo de 2015

Déjate mimar en el embarazo

Prevenir, cuidarse y escuchar a los expertos son palabras claves cuando llega el embarazo. Las hormonas se disparan o se duermen, según se mire, y la piel sufre, se agrieta o se llena de manchas; el pelo se cae y pierde su brillo. A todo ello, hay que ponerle freno.Francisca Molero, ginecóloga, experta de Disfrutatuembarazo.es de ISDIN, explica que cada vez hay más evidencias de que el bienestar materno influye en el bienestar fetal.

” El estrés que va asociado a la depresión, a la ansiedad y que eleva los niveles de cortisol, que puede aumentar el riesgo de parto prematuro, recién nacidos de bajo peso, e incluso, de muerte fetal”.

Estrés en el embarazo

La ginecóloga explica que cuando se determina estrés en una embarazada por trabajo, preocupaciones propias del embarazo, nos olvidamos de otros factores que pueden afectarle.

“Es, muy importante, relativizar las cosas y recordar que los momentos pasan y que debe vivir un embarazo en las mejores condiciones, con optimismo, pensando y valorando que es un periodo único de conexión con su bebé”.

Cómo gestionarlo

Recomienda que a nivel personal se puede gestionar el estrés con una alimentación equilibrada, practicar ejercicio físico adaptado, paseos al aire libre o natación, disponer de tiempo de ocio, además aconseja disponer de una red social correcta, integrada por personas con las que pueda hablar y exponer sus preocupaciones; mejorar la comunicación con la pareja y compartir el proyecto común.

Efectos estéticos

La asesora técnica de producto de Mesoestetic, Mónica Collell, , asegura que el principal problema al que se enfrenta una mujer embarazada son las machas en frente, mejillas y labio superior, “por una cuestión puramente hormonal”.

Los cloasmas son las manchas típicas del embarazo, comenta Collell, también llamadas “manchas de paño” y recomienda la “prevención” como la solución más efectiva durante esa etapa.

Indica que la aparición de manchas no tiene que ver con la exposición al sol, “afecta la influencia de radiación diaria”, una alteración que también se produce durante los embarazos de otoño e invierno.

Cambios en nuestra piel

Durante el embarazo no se pueden utilizar productos muy agresivos para la piel, y en lugar de productos despigmentantes, se utilizan líneas blanqueantes “que frenan la actividad de los melanocitos”, por lo que recomienda, Cosmelan, un tratamiento “que paraliza la producción de melanina, durante un largo periodo de tiempo, además de extremar la protección solar”.

También indica esta experta que es recomendable utilizar productos que no generen “descamación ni sean agresivos para la piel, que uniformicen su tonalidad y le den luminosidad”.

Advierte que las manchas del embarazo no se eliminan por completo, pueden volver a aparecer “cuando nos exponemos al sol. Pero, aunque no las erradiquemos, las vamos frenando”.

“La continuidad- explica Collell- es lo que da el éxito del tratamiento. La deshidratación es también un síntoma común, por lo que en el embarazo se deben utilizar productos que sustituyan el manto epidérmico natural”.

Para la experta “es importante la utilización de un producto continuamente para que se vaya formando esta película sustitutiva de la propia”.

“Durante el embarazo, la piel se vuelve diferente y tiene una fuerte pérdida de hidratación, una circunstancia que, junto a las manchas y la perdida de pelo, afecta al 90% de las mujeres en esta etapa de su vida”, argumenta la responsable de Mesoestetic.

Exfoliación suave. Eliminar las impurezas del rostro es una de las prioridades de la firma Mama Mio, con un suave limpiador que equilibra, suaviza y calma la piel, con una base de ácido láctico, extracto de árbol de té y té verde.

Cuida tus pechos. Para evitar los senos hinchados y doloridos incluyen una crema extracto de hoja de col verde, para calmar el dolor, la coenzima Q10 para estimular la producción de colágeno y aceites Omega, para reponer los ácidos grasos esenciales que la piel pierde de forma natural.

Mima tu piel. Andrea Linati, consultora del portal Disfrutatuembarazo.com de Isdin, explica que es muy importante cuidar la piel esos nueve meses, pues “en esa etapa en la que se experimentan tantos cambios, es fácil distorsionar la imagen que se tiene de uno mismo”.

Manchas en el vientre. El cloasma también puede formarse en torno a los senos y en la parte inferior del abdomen. La dermatóloga Victoria Lezcano, de Isdin, indica que el cloasma también puede formarse en torno a los senos y en la parte inferior del abdomen, “la denominada línea negra” (desde el ombligo hasta el hueso púbico) e incide en el uso del fotoprotector para evitar todas ellas.

Para que no se caiga. La carencia de componentes bioquímicos como el hierro, aminoácidos y vitaminas, pueden llevar a una pérdida y afinamiento del cabello hasta cuatro meses después del parto.

“Utilizar productos específicamente desarrollados con melatonina, ginkgo biloba y biotina, crearán un microambiente protector del folículo piloso, estimularán la repoblación de nuevos cabellos y fortalecerán su estructura”, aconseja la dermatóloga.

Anthony Llobet, estilista de TRESemmé España, asegura que todas las mujeres notan cambios en su pelo durante el embarazo. “Los niveles de estrógeno suben y hacen que el pelo crezca durante más tiempo”, y añade que, según su experiencia, “algunas melenas ganan en densidad. Muchas mujeres notan que su pelo tiene más brillo y su textura cambia”.

¿Tintes en el cabello? Aunque algunos médicos desaconsejan utilizar tintes durante los tres primeros meses de embarazo, Llobet advierte que hay también otros estudios y muchos expertos “no temen que haya un efecto directo que amenace al feto durante el embarazo si se utilizan”.

Uñas quebradizas. Las uñas también se tornan frágiles y quebradizas a partir del tercer mes de embarazo. Alimentos como el queso, la soja, plátanos y huevos, ricos en biotina “paliarán estas alteraciones”, apunta la dermatóloga Victoria Lezcano.

Alimento esencial. Uno de los especialistas en nutrición de Krissia, Jaime Caballero, recomienda el surimi como alimento esencial para satisfacer las necesidades alimenticias de embarazadas y lactantes por su “alto valor biológico”.

El surimi, asegura Caballero, contiene aminoácidos y ácidos grasos esenciales que “contribuyen al desarrollo normal del cerebro y los ojos del feto y del lactante alimentado con leche materna”.

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