jueves, 20 de febrero de 2014

Cuida la piel de tu bebé


La epidermis tierna de un bebé es extremadamente sensible y fácilmente irritable. Es permeable a los agentes químicos y a los rayos solares hasta los 4 años de edad. Asimismo, no es muy lubrificada. Por lo tanto, la piel secreta poca cantidad de sebo y transpiración, lo que acarrea una regulación térmica inmadura, una sequedad y una dificultad para eliminar las toxinas. Además, la producción de melanina es menos elevada, lo que provoca que su epidermis sea menos pigmentada, más clara y muy sensible a los rayos ultravioletas.

Por todas estas razones, la piel de un bebé debe ser abundantemente hidratada para preservar su flexibilidad. Necesita la utilización de productos específicos y suaves adaptados a su desarrollo. Toma en cuenta que al elegir las cremas especiales para los bebés, debes optar por artículos hipoalergénicos con pH neutro, los cuales han pasado pruebas dermatológicas estrictas.

El cuidado básico consiste en la aplicación sistemática de un producto hidratante y nutritivo cada mañana y siempre antes de salir para proteger a tu bebé de las agresiones exteriores. Las cremas de día tienen la ventaja de nutrir en profundidad y cuidar la cara y las manos del bebé.

Por otro lado, el masaje en el bebé es también muy importante. Permite relajarlo, lo que le ayuda a dormir mejor y aliviar sus molestias cotidianas. Asimismo, consiste en un momento de intercambio y de relación estrecha entre los padres y el bebé. Para realizarlo, debes estar en una habitación caliente y tranquila. El contacto debe suave, pero firme, con presiones estimulantes. Empieza con las extremidades y avanza hacia la espalda. Luego, aprovecha del momento para descansar junto a él y mimarlo.



OTRAS ATENCIONES NECESARIAS

BAÑO

Permite lavar al bebé, pero también es un momento de relajación. Es importante tener todo el material necesario para su comodidad . Además, los padres deben estar totalmente disponibles, averiguar constantemente la temperatura del agua, la cual debe estar alrededor de los 30°C. Nunca dejes el bebé solo en el baño para evitar los accidentes. Por otro lado, debes utilizar productos adecuados para su piel sensible e irritable.

PAÑALES

Es indispensable cambiar frecuentemente los pañales del bebé, tanto por su comodidad como para evitar las irritaciones. Acuéstalo sobre una toalla higiénica. Luego, abre el pañal sucio, limpia sus nalgas con un algodón empapado de agua y jabón o también con toallitas húmedas. Debes efectuar movimientos de arriba hacia abajo, es decir de lo más sucio hacia lo más limpio. Después, saca el pañal ya usado y coloca el limpio. Seca delicadamente sus nalgas con una toalla y aplícale una crema para protegerlo de las diversas irritaciones. Para colocar el nuevo pañal, debes fijarte que los clips se encuentren al nivel del ombligo. Toma en cuenta que nunca debes distraerte en el momento de cambiarlo al bebé, ya que podría caerse rápidamente.

La lactancia Mejora el bienestar de la madre

INTERCAMBIO SALUDABLE Aunque la mamadera parece más práctica, la lactancia materna presenta numerosas ventajas. De hecho, los niños nutridos por el pecho son más resistentes a las infecciones, ya que los componentes de la leche materna se oponen a la proliferación microbiana. Asimismo, protege contra el desarrollo de varias alergias. De hecho, esta leche es estéril, sana y pura. Además, permite crear más relación entre el bebé y su madre porque es un momento de intercambio, lo que refuerza el comportamiento psicoafectivo del niño. Sin embargo, la madre debe tomar algunas precauciones para no dañar su pecho y su salud.

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