lunes, 22 de mayo de 2017

¿Cómo aliviar los gases de un bebé?

Cuando alimentamos a un bebé, especialmente si lo hacemos a través de biberón, es probable que el niño trague una gran cantidad de aire además de la leche. Este aire que aspira se convierte en molestos gases que le ocasionan un fuerte dolor, y que suele acabar en un llanto intenso y de larga duración.

Para aliviar los gases del recién nacido es fundamental aprender a sacarle los gases. En este sentido, existen algunas posturas que pueden ayudarle a eructar y a expulsar los gases con más facilidad.

Una de ellas es tumbarlo boca abajo sobre nuestras piernas, a la vez que le damos unos suaves golpecitos en la espalda.

Otra postura eficaz para echar los gases del recién nacido es sentarlo encima de nuestras piernas, mirando hacia nosotros, con el cuerpo levemente inclinado hacia delante, mientras, con la mano frotamos suavemente su tórax y la zona abdominal.

Sin embargo, la forma más común y la que muchos padres suelen emplear con éxito, es coger al bebé en brazos en posición totalmente vertical, con la cabeza a la altura de nuestro hombro, y con una de las manos se le da suaves golpecitos en zona más alta de la espalda.

Además de las posturas para echar los gases del recién nacido, existen otros muchos remedios muy eficaces tanto para prevenir mayores complicaciones intestinales, como para ayudarlo a expulsar los gases con mayor facilidad.

Una de las infusiones más eficaces contra los gases del bebé es la de anís, sólo hay que hervir un litro de agua mineral y añadirle un poquito de anís.

Si le damos al bebé esta infusión entre tomas, le ayudaremos a expulsar los gases por completo antes de que llegue la toma siguiente.

Otro remedio para aliviar los gases y el estreñimiento muy efectivo, según han demostrado estudios científicos recientes, es la administración de probióticos a los bebés que sufren de gases o que padecen el conocido ´cólico del lactante´.

El movimiento suave y constante es algo que les gusta a casi todos los bebés. Utiliza una mecedora o una hamaca con movimiento y muévelo despacio después de cada toma. En algunas ocasiones, con este movimiento los bebés se tranquilizan y pueden expulsar los gases con éxito.

El baño es un remedio muy eficaz para relajar al bebé y, precisamente mediante este estado de relajación, favoreceremos que expulse los gases de una forma más placentera y agradable para él.

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