domingo, 3 de julio de 2016

Displasia en bebés puede ocasionar luxación

Es uno de los problemas más dificiles de visibilizar para los padres, pero uno de los más frecuentes en los recién nacidos, especialmente en niñas, es la displasia de caderas.

Cuatro de cada mil recién nacidos sufren de este problema en el mundo por causas hereditarias y malos hábitos.

El traumatólogo y ortopedista Ariel Prado indica que la displasia de cadera consiste en un desarrollo anormal de la articulación que hay entre la cabeza del fémur y la cavidad de la cadera, que provoca un desplazamiento hacia afuera de la cabeza del fémur.

Si la cabeza del fémur y la cavidad donde debe alojarse no encajan perfectamente, el hueso tiende a salirse de la cadera de manera intermitente.

Por lo general, el problema se presenta más en la cadera izquierda que en la del lado derecho.

Si el problema no se identifica puede llegar a una luxación, esto si el hueso se coloca fuera de su posición natural de forma permanente. Cuando esto ocurre no queda más que acudir a una cirugía para su tratamiento.

La displasia no presenta síntomas o signos en el recién nacido, lo que quiere decir que un niño con este problema puede hacer una vida totalmente normal, pero las consecuencias se presentarán en la etapa adulta.

El especialista menciona que cuando el niño crece con el problema, una de las principales consecuencias es la luxación, que se presenta entre los 12 y 18 meses a raíz de no haber detectado la displasia.

Pero uno de los problemas más graves es que la persona tendrá problemas de artrosis a partir de los 50 años.

Prado indica que en estos casos solamente se puede acudir a una cirugía y el paciente puede presentar otros problemas como alteraciones en la columna.



HEREDITARIA O CONGÉNITA

No están bien determinadas claramente las causas que generan la displasia en los recién nacidos.

Sin embargo, hay estudios que indican que la enfermedad puede ser hereditaria o congénita.

Prado dice que se debe revisar si en la familia hubo antecedentes. Otras causales van referidas a un peso elevado del bebé, la posición de las nalgas, un embarazo múltiple, que sea el primer hijo e hipertensión arterial materna.

Algunos expertos sostienen que se debe a la mala postura del feto en el útero materno, a un bajo nivel de líquido amniótico, a un embarazo postérmino, a la cesárea o a que se haya producido una dislocación durante el parto.

Prado da a conocer que el problema también se puede generar por los málos hábitos con los recién nacidos.

“Hay estudios que indican que envolver al bebé en chumpi (faja para bebés) también puede generar el problema, porque de alguna forma se están apretando los huesos de la cadera y estos pueden influir en el desarrollo normal de la cadera”, agrega.
Maniobras

para detectar el problema

Un pediatra puede identificar el problema en el recién nacido aplicando dos maniobras denominadas Ortolani y Barlow.

Ambas maniobras consisten en una serie de movimientos que realiza el pediatra flexionando y abriendo con delicadeza las piernas del bebé.

Para esto el niño debe estar boca arriba y lo más relajado posible. Se hace primero en una cadera y luego en la otra.

La aplicación de la maniobra de Ortolani permite comprobar si hay luxación realizando rotaciones de la articulación, mientras que la maniobra de Barlow lo que hace es comprobar si hay posibilidad de que se pueda producir una luxación.

La mitad de los casos de displasia de cadera se detecta en el período neonatal gracias a estas maniobras.

Uno de los puntos importantes en el diagóstico es que el pediatra también observe la forma de los pliegues de la pierna del bebé.

Este es un signo menos preciso a estas edades, pero una asimetría de pliegues podría ser sospecha de una displasia de cadera, indica el traumatólogo y ortopedista Ariel Prado.

Si al realizar las maniobras el médico cree que puede haber luxación, se realiza también una ecografía para confirmar el diagnóstico.

Los recién nacidos que tienen antecedentes familiares son los que tienen mayor riesgo. Por lo tanto, si en la familia se han producido casos de displasia de cadera, se debe controlar más atentamente al pequeño, ya desde el momento del nacimiento.

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