lunes, 30 de noviembre de 2015

Cómo correr en el embarazo

Las runners que están embarazadas pueden seguir disfrutando de su deporte favorito sin temer por su salud ni la de su bebé. Eso sí: aunque se pueda continuar practicando ejercicio, lo cierto es que deben extremarse las medidas de precaución y tener en cuenta el nuevo estado en el que nos encontramos. El pulso, la hidratación y la alimentación son algunos de los aspectos a los que deberás prestar una atención mayor que anteriormente para conseguir salir a correr de forma saludable.

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Instrucciones

Al contrario de lo que piensa mucha gente, correr durante el embarazo aporta una gran cantidad de beneficios para la salud tanto de la futura mamá como del bebé. El motivo es que activamos la circulación de nuestro cuerpo haciendo, así, que el oxígeno se distribuya mejor por las arterias y, por tanto, nuestros órganos funcionen de manera óptima. Pero hay más y a continuación vamos a listarte todos estos beneficios:
Aumenta la flexibilidad: cuando una mujer está en estado, su cuerpo se transforma y puede sentir cómo los músculos, los tendones y algunas zonas de su cuerpo están más tensas y erguidas; por eso, saliendo a correr conseguimos que el cuerpo no pierda su parte más flexible.
Activa el sistema cardiovascular: hacer ejercicio como el running es perfecto para incentivar el bombeo del corazón consiguiendo, así, una mejor distribución de los nutrientes, del oxígeno y que, en general, nuestros órganos vitales funcionen mejor.
Mejora la musculatura: al hacer ejercicio también conseguimos que los músculos trabajen y, por tanto, se tonifiquen, trabajen y sigan activos durante el embarazo. Eso sí: no tenemos que macharnos a nivel muscular sino, simplemente, mantenerlos en forma.
Controla el peso: es evidente que durante el embarazo se ganan algunos kilos pero engordar demasiado no es bueno ni para ti ni para la salud del bebé. Ten en cuenta que en estos momentos tu hijo está tomando todo lo que tú introduces en tu cuerpo, por tanto, no está en absoluto recomendado ese tópico de "comer por 2" ni que te llenes con grasas o dulces. Lo mejor es que sigas una dieta equilibrada y que practiques deporte suave para mantenerte en condiciones óptimas de salud.
Previene los dolores lumbares: con el desarrollo del feto, la zona pélvica es la que más fuerza ejerce y si no tenemos los músculos fuertes es normal que se carguen las lumbares por el nuevo peso que tiene que soportar. Pero si salimos a correr durante el embarazo conseguimos mejorar la postura corporal y, por tanto, prevenir estos dolores.
Mejora el ánimo: estar embarazada es estar en una montaña rusa de estados de ánimo ya que hay mucho trabajo hormonal; sin embargo, el deporte puede ayudarte a regular estos cambios ya que segrega endorfinas (la hormona de la felicidad) y aporta una sensación de bienestar y placer.
Antes de comenzar a contarte cómo correr en el embarazo es importante que sepas que los consejos que vamos a darte son genéricos y que, antes de hacer ejercicio, es imprescindible que hables con tu ginecólogo pues es el único que conoce de forma exacta cuál es tu estado de salud y el de tu bebé.
Deberás ir con cuidado sobre todo los primeros tres meses, es decir, el primer trimestre pues es cuando hay un mayor riesgo de aborto porque el niño se está gestando y aún es muy pequeño. En esta etapa deberás evitar realizar grandes esfuerzos y siempre estar muy atenta a los signos como los mareos, los vómitos, la fatiga, etcétera. Nunca deberás forzarte y, sobre todo, tendrás que ser muy consecuente con tu estado de salud antes de salir a correr. Aunque seas una persona muy deportista, en este momento hay algo más importante en tu interior y, por tanto, debes ser muy consecuente con su estado de salud.
Una vez dicho esto, para salir a correr estando embarazada no deberás olvidarte tu pulsómetro. Este aparato te ayudará a vigilar las pulsaciones y, así, podrás controlar tu ritmo cardíaco sin que te excedas demasiado. Antes se recomendaba nunca pasar las 140 pulsaciones pero esta medida es muy genérica, lo mejor, es que no excedas lo que se conoce como la zona quemagrasas, es decir, intentar correr al 60% de tu capacidad.
También debes tener en cuenta que, en este momento, no debes correr para superar metas ni objetivos sino que, ahora mismo, tu único motivo por el que haces deporte tiene que ser mantenerte en forma. Evita ahora ponerte metas deportivas pues no es el momento de sobresforzarte ni de poner a prueba tu físico pues, evidentemente, ahora no estarás en óptima forma pues tu cuerpo está gestando una nueva vida.
También es importante mantenerte correctamente hidratada durante el ejercicio y, sobre todo, evitar las horas más calurosas del día porque podrías deshidratarte además de ser momentos en los que se realiza una mayor exigencia para cumplir los mismos objetivos.
Para poder correr en el embarazo es imprescindible que lleves una alimentación controlada, rica en nutrientes y equilibrada. Ten en cuenta que las frutas, las verduras y los alimentos vitamínicos son esenciales para esta época en la que una persona está naciendo de tu interior y, por eso, está desaconsejado el consumo de productos grasos o azucarados ya que no aportan apenas nutrientes y muchas grasas y calorías al cuerpo.

El caso del azúcar es importante pues en el embarazo es habitual que la mujer padezca lo que se conoce como diabetes gestacional, es decir, un desajuste en la glucosa. Si haces ejercicio en ayunas puedes provocarte una bajada de azúcar e, incluso, puedes hacer que no le llegue suficiente alimentos a tu bebé, por eso, es importante que lleves frutos secos cuando estés corriendo y que no dejes que pasen 3 horas sin comer algún tentempié saludable fruta, yogur desnatado, queso 0%, etcétera.

Durante el tercer trimestre es recomendable que la corredora se dé un descanso pues en este momento el feto estará muy desarrollado y se pueden sentir más pesadas, se pueden producir lesiones y un sobresfuerzo. A partir del sexto o séptimo mes es mejor no salir a correr y optar por paseos a marcha rápida u otros deportes que te mantendrán en forma, que te proporcionarán los mismos beneficios que el running pero sin ponerte en riesgo: el yoga, la natación, los estiramientos, etcétera.

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