sábado, 7 de noviembre de 2015

Displasia de cadera

¿Qué es la displasia de cadera?

El término displasia de desarrollo de la cadera (DDH) engloba alteraciones en la forma de cabeza del fémur, del acetábulo (donde encaja en la pelvis) o de ambos que pueden provocar problemas de desarrollo y estabilidad de la articulación, ya desde el periodo intraútero hasta el período neonatal que van desde la subluxación hasta la luxación de la cadera.

El término «cadera luxada» significa pérdida de relación entre la cabeza femoral y el acetábulo y puede tratarse de una luxación reducible por manipulación o de una luxación irreducible. El término «cadera luxable» significa, una correcta relación entre la cabeza femoral y el acetábulo que puede perderse por manipulación externa.

Anteriormente se utilizaba el término "luxación congénita de cadera" pero se ha sustituido por el de, displasia, ya que no todas las caderas se encuentran luxadas al nacimiento ni todas evolucionan hasta la luxación.

¿Cómo se produce la displasia?

Se han identificado numerosos factores de riesgo que influyen en el desarrollo de una displasia de cadera, si bien destacan: presentación nalgas puras debido a la influencia en la postura de las caderas; sexo femenino debido a la mayor elasticidad producida por la sensibilidad a las hormonas maternas, cadera izquierda debido a la postura en aducción al estar apoyada contra sacro, primer hijo debido a la posición en un útero más tenso e historia familiar con patrones hereditarios de penetrancia incompleta.

¿Las mochilas portabebés pueden producir displasia de cadera?

Algunas culturas colocan los recién nacidos en unos sistemas de porteo en postura forzada con las piernas estiradas y juntas durante muchas horas al día. Se ha comprobado que en estas situaciones aumenta el riesgo de desarrollar una displasia de cadera, por lo que no se recomienda mantener las piernas de los niños en esa postura.

No se ha visto ninguna relación entre la displasia de cadera y los actuales sistemas de mochilas portabebé, ya que mantienen las piernas separadas y suelen permitir una movilidad libre de las caderas.

¿Qué tratamiento es el más apropiado?

El objetivo del tratamiento de la luxación congénita de cadera es obtener una cadera reducida sin deformidades residuales así como evitar las complicaciones y las secuelas.

Algunos niños presentan sólo una inestabilidad de la cadera durante las primeras semanas de vida y en muchos de ellos la inestabilidad desaparece de forma espontánea. Todos los niños que presentan una inestabilidad de cadera más allá de las seis primeras semanas de vida o una luxación completa, han de ser tratados. En una primera fase, para reducir la cadera, el tratamiento consiste en la colocación de una férula de abducción (Paulik o Tubingen), que mantiene las piernas abiertas y, por lo tanto, las caderas estarán reducidas. Si la ecografía o radiografía de control muestra una correcta reducción, éste será el tratamiento definitivo.

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