lunes, 10 de agosto de 2015

En Bolivia ya se puede congelar óvulos para la maternidad futura

La criopreservación de óvulos, con equipos de última tecnología y asistencia de especialistas en el área, ya es una realidad en Bolivia para aquellas mujeres que, por salud o aspiraciones profesionales, deciden postergar la maternidad. Dos profesionales ya requirieron el servicio.

“Si bien hay laboratorios y bancos que ayudan con la fertilización asistida a través de óvulos o espermatozoides donados, nosotros ofrecemos congelar los óvulos de una mujer hasta que ella decida ser madre. Actualmente tenemos guardados los óvulos de dos mujeres”, explicó Luciano Gutiérrez Pérez, ginecoobstetra de Centro Vida, en La Paz.

A este proceso se llama criopreservación, un sistema para conservar estructuras biológicas, es decir, células vivas, mediante el frío a temperaturas muy bajas, de entre 80 y 196 grados bajo cero, indica el experto.

Gutiérrez Pérez precisa que la mejor edad para que una mujer se embarace o, en este caso, preserve sus óvulos es entre los 25 y 30 años. Por las exigencias del siglo XXI —agrega— muchas postergan la maternidad y cuando quieren tener hijos temen que el bebé nazca con algún problema de salud generalmente asociado a la edad de la madre. Por ello, hoy la ciencia ofrece este avance.

Esta alternativa también se aplica ante la posibilidad de que, a futuro, una mujer padezca alguna enfermedad grave (como cáncer), que la obligue a someterse a tratamientos agresivos (quimioterapias o consumo excesivo de medicamentos), lo que puede dañar los óvulos.

“Es para esos casos que se creó Centro Vida; las mujeres aún desconocen las posibilidades de desarrollar su maternidad una vez que concreten otras aspiraciones, (pero) creo que la demanda aumentará, como sucede en países vecinos”, expresó.

Los óvulos de una mujer menor a 30 años no son los mismos que los de una de 40, al contrario de lo que sucede con los espermatozoides tienen un reloj biológico y se deterioran, por eso en embarazos pasados los 40, el 50% tiene la probabilidad de sufrir consecuencias, indicó el especialista.

Un ejemplo de la criopreservación de un óvulo se dio en 2014, cuando una argentina de 38 años dio a luz a una niña a partir de un óvulo crioconservado hace 14 años; éste se constituyó en el período más largo de almacenamiento de una célula reproductora femenina que culminó con el nacimiento de un bebé.

Con la técnica de Centro Vida también se pueden crioconservar semen y embriones. El costo del servicio, de la reproducción asistida, la medicación, procedimientos y laboratorio está entre $us 4.500 y 5.000.

Producción y cuidado

Óvulos

Las mujeres nacen con una reserva ovárica de uno a dos millones de óvulos, en la primera regla o menarquia.

Vitrificación

En la también llamada criopreservación de óvulos a bajas temperaturas se usa nitrógeno líquido para conservar las células durante años, puede ser incluso 20 años.

Experto biólogo se une a un equipo paceño

El biólogo Ariel Ahumada, jefe del Laboratorio de Fertilidad del Instituto Procrearte de Buenos Aires (Argentina), se unió desde el viernes al equipo de especialistas del Centro Vida de La Paz. “Con su profesionalismo plasmaremos el sueño de muchas mujeres de llegar a embarazarse”, dijo el director del centro, Luciano Gutiérrez Paz.

El ginecólogo obstetra y perinatólogo señaló que con la experiencia del biólogo se mejorará las opciones para buscar el embarazo en parejas estériles, cuando los tratamientos médicos o quirúrgicos fracasen.

Para ello, los pacientes serán sometidos a tratamientos de alta complejidad con equipos modernos en los que se requiere la manipulación de los gametos (ovocitos y espermatozoides).

Luciano Gutiérrez Pérez, hijo del director del centro, explicó que para los casos de infertilidad en varones cuentan con un equipo llamado Columna de Anexina, usado “para separar, mediante magnetismo, los espermatozoides alterados y de baja calidad de aquellos con óptima calidad; con este nuevo método suben las posibilidades de conseguir el embarazo”.

También tratan la azoospermia (ausencia total de espermatozoides en el semen); para este tratamiento se realizan biopsias testiculares con la finalidad de dar con alguna zona en la que existan espermatozoides.

Gutiérrez Pérez sostuvo que la azoospermia es un trastorno sin síntomas perceptibles para el varón, así que para su diagnóstico es necesario determinar la presencia de la hormona FSH. Ésta es producida en el cerebro y es la responsable de que se realice la espermatogénesis (formación de espermatozoides) en los testículos. “Con el biólogo Ahumada todos estos procedimientos serán una rutina y estimamos que aumentará la demanda para los embarazos asistidos, puesto que tendremos lo último en ciencia”

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