Es necesario saber sobre los derechos sexuales y reproductivos, ejercerlos teniendo la seguridad de lo que realmente se quiere, para ello la comunicación abierta con la pareja ayudará en la sensibilización del tema y se logrará la comprensión y reflexión en ambos, esta comunicación es más viable para lograr satisfacción y vivir sin temores a la sexualidad y a la salud reproductiva.
Se debe aceptar que hay cambios en cuanto a los sentimientos a los cuales son difíciles de explicar, cuando el bebé ha nacido se enfrenta a un sinfín de situaciones que es necesario buscar soluciones, pero también buscar la ayuda de familia o de un proveedor de salud, jamás pensar que no existen soluciones para mejorar y seguir adelante.
La pareja es la persona que en estos momentos tiene que llenarse de sensibilidad para que la mamá y el bebé se encuentren en un estado óptimo.
Las nuevas experiencias que se vivan después de nacido el bebé, marcarán para tomar responsabilidades diferentes de cuando se estaba en la etapa del embarazo. El tiempo que tenía para otras actividades ya no será el mismo, pues todo se encuentra en la atención y cuidados del bebé, no abandonar los estudios, cuidados de una misma u otras actividades.
La madre no debe desesperarse, por el contrario tiene que tomar las previsiones, autoformarse y seguir adelante, eso lo que importa, además hay necesidad de la intervención de la pareja para que el bebé esté bien atendido y la mamá tenga un respiro.
Cuando se tiene un primer hijo es necesaria la preparación y desarrollarse sin inconveniente, también existe la preocupación de cómo reiniciar su relación sexual, ya se ha mencionado que después de los 40 días se lo puede hacer. Sin embargo, cuando termina los seis meses de la lactancia materna, que es un método natural, es bueno cambiar de método para no embarazarse en forma inmediata y poder espaciar y limitar el número de hijos, de esa manera no serían muy seguidos.
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