Confía en tu capacidad para alimentar a tu hijo. Tus pechos son válidos. Infórmate durante el embarazo acudiendo al grupo de apoyo a la lactancia más cercano a tu localidad.
Consigue un inicio precoz de la lactancia materna y aprovecha la etapa más reactiva del niño en el posparto inmediato: las dos primeras horas. Como casi todos los pezones protegen como reflejo al contacto o al frío, es buena idea estimular el pezón retándolo un poco o mojarlo con un poco de agua fría justo antes de mamar el bebé. Se puede probar también a succionar con un sacaleches.
Pide asistencia profesional y apoyo durante las primeras tomas después del parto. Reclínate cómodamente y acerca tu hijo a tu cuerpo, colócalo sobre ti boca abajo y permite que busque tu pecho./
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