jueves, 30 de octubre de 2014

Masajea el cuerpo de tu bebé

Realizarle un masaje a tu bebé ofrece una multitud de beneficios. En primer lugar, es muy relajante y los pequeños disfrutan de las caricias suaves. Este contacto afectuoso suele atenuar el mal humor y la irritabilidad. Asimismo, coadyuva a mejorar la digestión porque reduce los gases, cólicos y estreñimiento. Por otro lado, el masaje favorece la fortaleza de las interacciones entre el bebé y sus padres. También regulariza su ritmo de sueño. Además, masajearlo ayuda a estimular sus músculos y circulación sanguínea.

En cuanto a la belleza, los masajes permiten nutrir la epidermis en profundidad y limpiarla. De esta manera, se vuelve más suave, flexible y brillosa. También le suministran vitalidad. Para aprovechar de las virtudes del masaje e incrementar el aspecto de la piel del pequeño, es importante utilizar productos adecuados que no sean tóxicos.

Es esencial destacar que puedes empezar a masajear a tu bebé desde su nacimiento. Efectúa esta acción durante 15 minutos. Debes tener mucho cuidado en no provocarle dolores, ya que algunos pequeños son muy sensibles. El momento más oportuno para realizar un masaje es cuando está relajado y en búsqueda de contactos visuales. Si notas que tu hijo no lo disfruta, no insistas. En este caso, debes esperar un par de semanas antes de intentar nuevamente.

Algunos cuidados según la edad

Los masajes cambian dependiendo la edad de los bebés. Entre 0 y 1 mes, debes realizar gestos muy suaves luego del baño. Es importante que la habitación esté caliente y tus manos también. El masaje debe durar entre 1 a 15 minutos, debido a que la epidermis de tu hijo es muy frágil. Si empieza a llorar, es esencial que le hables para tranquilizarlo. Puedes también cantar y mirarlo a los ojos. Si sigue llorando a pesar de esto, debes parar el masaje.

Los bebés de 1 a 8 meses suelen expresarse durante el masaje. Por esta razón, no dudes en explicarle lo que estás haciendo para que pueda interactuar contigo. Se recomienda seguir colocándolo echado para evitar los accidentes. Puedes efectuar presiones más fuertes, pero es primordial que sigas moderando tu fuerza para no dañarlo.

En cuanto a los bebés que tienen entre 8 y 12 meses de vida, es sustancial comunicarse con ellos, ya que pueden pronunciar sílabas y expresiones. De esta manera, te avisarán si no les gusta algún masaje. Recuerda modificar tus gestos en función de sus

reacciones.

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