lunes, 6 de octubre de 2014

Amamantar disminuye en 50% el riesgo de depresión posparto

La mayor parte de las mujeres nace equipada para producir el alimento para sus bebés recién nacidos, pero amamantar es menos sencillo de lo que parece. Puede influir en la salud de las mamás.

Las mujeres que amamantan corren menos riesgo de padecer de depresión posparto que las que no lo hacen, según un estudio que involucró a casi 14.000 nacimientos.

En este levantamiento, investigadores de España y del Reino Unido comprobaron que las madres que planearon (y realizaron) el amamantamiento después del parto tuvieron una incidencia 50% menor de depresión que las que no lo planearon ni dieron de mamar.

Mamadera y depresión
En cuanto a las mujeres que tenían planes de amamantar y no lo consiguieron por algún motivo, presentaron un riesgo dos veces mayor de depresión en relación con las que nunca pensaron en dar el pecho y pasaron directo a la mamadera.

El estudio sugiere que amamantar, además de beneficiar a los bebés, como ya fue verificado por muchos estudios, puede tener efectos positivos para las madres. Por esa razón, los investigadores de la Universidad de Cambridge que coordinaron el trabajo, argumentan que las autoridades de salud deben incentivar a las mujeres a amamantar y apoyar principalmente a las que no ven la práctica como algo natural.
En el Reino Unido, solamente un 47% de los bebés nacidos en 2012 y 2013 recibieron leche materna durante las primeras semanas de vida. Es una de las menores tasas de amamantación en Europa.

En Bolivia, según datos recogidos hace cinco años, la situación es más preocupante pese a que desde 2006 hubo avances. Ese año se promulgó la ley de Fomento a la Lactancia Materna. Existe un Comité de Lactancia Materna. Una de las instituciones integrantes es la Liga de la Leche Materna, que preside Katherine Ascarrunz.

Ascarrunz asegura que en el área urbana solo un 16% de las madres da a sus hijos leche materna exclusivamente. Hay que recordar que la Organización Mundial de la Salud recomienda dar leche materna exclusivamente hasta los seis meses. Ni papillas, ni agua ni frutas hasta esa edad. Solo leche materna. A partir de los seis meses y hasta los dos años, se puede complementar la leche materna.

En el área rural la situación es diferente porque, según Ascarrunz, “no hay muchas opciones”. Hasta un 70% de las madres amamanta a su bebé.

Considera que los médicos no están actualizados y algunos no aplican el enfoque pro lactancia en su consulta. También hay mitos relacionados con la lactancia, como el hecho de que los senos se caerán o de que la leche se vuelve agua a los seis meses

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