domingo, 26 de julio de 2015

Detectan microclanes que trafican con bebés

Gobierno afirma que el delito crece por problemas socioeconómicos y laborales en áreas rurales.

Al menos una decena de microclanes que se dedican a la trata y tráfico de personas fueron detectados en tres departamentos del sur del País, de acuerdo con un informe de inteligencia de la Policía Boliviana.

Estos grupos fueron detectados por entidades especializadas del Gobierno y la Policía, después que en 2011 el Defensor del Pueblo, Rolando Villena, denunciara la venta de niños y niñas hasta en 20 bolivianos por parte de comunidades potosinas.

El informe de inteligencia asegura que los microclanes se han consolidado en el entorno familiar de las víctimas y comunidades, donde gozan de impunidad por su afinidad con todos ellos y el poder económico que -algunos- ostentan para evadir a la Policía y la Fiscalía.

De acuerdo con el documento, estos grupos delictivos están integrados hasta por tres personas y tienen conexiones con Argentina y Brasil, principalmente, donde se requiere "sangre nueva", señala el informe.



VENTA DE BEBÉS. La venta de bebés no ha sido percibida aún por las autoridades, pero en un anterior reportaje de La Prensa se estableció que la venta de niños, sobre todo en el norte de Potosí esta ya instaurado y son comercializados por montos que van de 3.000 y 5.000 dólares.

Según los datos, los traficantes de personas obtienen después ganancias de hasta un 200 por ciento por este ilícito negocio.

El informe policial sostiene que los niños eran vendidos -inicialmente- por 500 dólares, las víctimas son explotadas laboralmente en los campos agrícolas del norte de Argentina. Sin embargo, un funcionario de la Fiscalía de Potosí explicó que ahora son los propios campesinos potosinos quienes sacan réditos por la venta de los menores.

En cuanto a bebés se desconoce la cantidad de lactantes que fueron comercializados y su destino final.

Sobre este hecho, la directora general de Lucha contra la Trata y Tráfico de Personas, Melania Torrico, declaró que "hay rumores sobre la venta de bebés" pero que a la fecha no se ha oficializado formalmente denuncias en contra de los presuntos tratantes porque "son del mismo entorno familiar".

La autoridad dijo que Bolivia avanzó en el control migratorio de niñas, niños y adolescentes, pero sobre todo de bebés quienes son los más vulnerables, de acuerdo con los informes extraoficiales que también tiene en su despacho.

"En estos últimos tiempos no se ha reportado de forma oficial casos de tráfico de bebés. Sin embargo, los traficantes están vulnerando los controles migratorios. Sobre todo de personas menores de cuatro hasta doce años. Salen sin ningún tipo de documentos".

CÓMPLICES. Para la Directora de Lucha Contra la Trata de Personas, y la misma Policía, los principales responsables para el tráfico de personas son los propios padres, quienes se han convertido en cómplices involuntarios. Las autoridades, ahora, pretenden llegar a los progenitores con tareas de prevención e información sobre este delito y sus consecuencias, señaló Torrico.

Recordó que la trata de bebés, al parecer, es más interno que externo. Dijo que hace poco se presentó un caso en Llallagua donde se evidenció que fueron los propios padres quienes promocionaron la venta de sus hijos. "No sólo se debe trabajar en la prevención, sino también la alternativa que se debe hallar para combatirlo y saber cuál fue la causa primaria del hecho".



LOS PUNTOS SENSIBLES. En tanto la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (ONUDD), identificó hace un año tres puntos sensibles para la trata y tráfico de personas.

De acuerdo con esa legación diplomática, Yacuiba y Bermejo, en Tarija, y Villazón, en Potosí, son las áreas más sensibles por donde los menores son seducidos y transportados para la exploración sexual o trabajo forzado en la Argentina.

Un vocero de la ONUDD declaró a La Prensa que la trata y tráfico de personas es el segundo delito más lucrativo después de las drogas, motivo por el que se implementó un proyecto fronterizo por la oficina de Iniciativa Mundial de las Naciones Unidas para la Lucha contra la Trata de Personas (UN.GIFT en sus siglas en ingles) y está en funcionamiento en Yacuiba, punto fronterizo con la Quiaca, Argentina. La ONUDD y del Defensor del Pueblo afirman que este delito es cometido por organizaciones criminales operan principalmente en Oruro, Potosí y La Paz, de donde trasladan a las víctimas a Cochabamba y Santa Cruz para después sacarlas por Yacuiba, Bermejo y Villazón rumbo a Buenos Aires, Argentina, para ser sometidos a trabajos inhumanos y vejámenes sexuales.

Melania Torrico explicó que Bolivia es considerado un país de origen y de tránsito en el tráfico de personas.






EL TRÁFICO DE ÓRGANOS SE HA CONVERTIDO EN UN NEGOCIO LUCRATIVO. se conoce, de forma extraoficial, que éste ilícito se nutre de la venta de bebés y niños de hasta cinco años.

Si bien no hay datos ni informes oficiales, se conoce que éste círculo comercializa también organos humanos de adolescentes y jóvenes, que oscilan entre los 14 y 18 años.

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