jueves, 4 de octubre de 2012

Tradiciones para mejorar el aspecto futuro del bebé



Rosa, de 73 años, cuenta que su madre le enseñó a poner un anillo sobre los labios de su hijita bebé con el fin de que su boca sea pequeña. “Mejor si era el aro de matrimonio porque hacía más efecto, pero cuidado con que se lo trague”.

También aprendió a simular que le cosía la boca a sus hijas cuando nacían para definir las dimensiones del labio. “Se trata de tomar una aguja de verdad y simular que se le pone el hilo. Se le realiza el nudo imaginario para luego hacer como si se cosiera los costados derecho e izquierdo de los labios”, dice Rosa.

Claryta, de 76 años, había advertido que las orejas de su nieto recién nacido “eran como las puertas abiertas de un automóvil”, así que se preocupó por pegárselas al cráneo con cinta adhesiva. “Es mejor ayudar un poco para que cuando crezcan no se avergüencen”, asegura la awicha. “Hoy, mi nieto tiene 20 años y es un joven guapo, con orejas muy bien formadas”.

Un botón

Carmen (80 años) recomienda sujetar, con ayuda de una faja, un botón en el ombligo de los hijos para que, cuando crezcan, éste sea hundido y no resalte. “De una mamá depende un vientre lindo y liso”.

Buena almohada

La almohada es importante para que la cabeza del recién nacido se conserve redonda a medida que va creciendo. En el mercado existe una variedad de éstas en forma de animalitos, con la parte central hundida para que el bebé apoye la cabeza.

Dedos y nariz

Muchas abuelas masajean las yemas de los dedos de los pequeños para que sean delgados y largos. También aprietan con dos dedos las fosas nasales para que éstas no sean anchas ni grandes, afinando el perfil del niño.



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