La investigación de la Universidad de Helsinki (Finlandia) señala que la presión arterial alta no solo complica el embarazo (aproximadamente un 10% de ellos) sino que puede alterar las condiciones en el útero, lo que a su vez afecta el crecimiento del feto.
Partiendo de esa idea testaron a un grupo de 398 hombres nacidos entre 1934 y 1944. A todos ellos se les había medido su inteligencia (habilidades de lenguaje, razonamiento matemático, relaciones visuales y espaciales) a los 20 años y de nuevo a los 69 años, casi medio siglo después.
Lo que observaron los investigadores fineses -en un trabajo que publica la revista de la American Academy of Neurology- es que aquellos hombres cuyas madres tenían hipertensión durante el embarazo obtenían calificaciones más bajas tanto a los 20 como a los 69 años, en comparación con aquellos cuyas madres tenían una presión arterial normalizada./
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