Desde siempre existen mitos para descubrir el sexo del bebé cuando las ecografías no lo muestran. La panza puntiaguda, decían las abuelas, señalan que se trata de un niño y la pérdida de la cintura, que una niña está en camino.
Hasta ahora solo la tecnología ha podido predecir con absoluta certeza el sexo del bebé y ninguna de estas cábalas ha sido demostrada. Pero cuando no se tiene acceso a las ecografías o el bebé se encapricha y ‘no quiere mostrar qué es’, hay que buscar otros métodos y un grupo de científicos parece haber dado en la clave.
Investigadores de la Universidad de Toronto (Estados Unidos) proponen un método que en sus estudios ha dado resultado y tiene que ver con la presión sanguínea de la mamá.
¿Niño o niña?
El estudio, publicado en la revista científica American Journal of Hypertension, busca dar respuesta a una de las interrogantes que más expectativa e ilusión genera en la familia y concluye que si la presión arterial sistólica media de una mujer, de alrededor de 26 semanas antes de la concepción, es alta (106 mm Hg), será niño, mientras que si es baja (103 mm Hg) será niña, explica el diario La Vanguardia.
“El estudio sugiere que la presión arterial baja de una madre indica que es menos propicia para la supervivencia de un feto masculino, mientras que una más alta es menos adecuada para la supervivencia de un feto femenino”, afirma el doctor Retnakaran, uno de los autores principales del estudio, citado por el periódico catalán.
Para la investigación, el equipo tomó la presión arterial a 1.411 mujeres en Liuyang (China), que planeaban quedar embarazadas y tomaron su presión arterial desde la semana 26 antes de la concepción. Otros factores, como la edad, masa corporal y hábitos también se tomaron en cuenta, pero el único factor que parecía importar era su presión arterial.
Aunque los resultados son interesantes, los investigadores ponen énfasis en que no se debe intentar manipular la presión sanguínea para dar a luz a un género u otro, porque puede acarrear otras complicaciones de salud
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