lunes, 12 de septiembre de 2016

Complicaciones en el embarazo



Recibir una buena atención prenatal, evitar el consumo de alcohol, drogas, tabaco y medicamentos, además del excesivo aumento de peso, son la clave para tener menos complicaciones durante y después del embarazo.

En 2015, un informe de Save the Children que establece un ranking mundial de la maternidad en 179 países calificó a Bolivia como uno de los peores de la región para ser madre; por cada 140 partos hay una mujer en riesgo de morir por complicaciones antes, durante o después del mismo. En el ranking, Bolivia ocupa el puesto 88 de 179 naciones.

Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas, cada año mueren por causas relacionadas con el embarazo más de medio millón de mujeres en el mundo.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), por su parte, indica que anualmente más de 60 millones de mujeres sufren graves complicaciones durante el embarazo y la tercera parte de ellas arrastran lesiones o infecciones por el resto de su vida. Muchas, de países en vías de desarrollo, se hallan atrapadas en un círculo vicioso de embarazos, partos y falta de cuidados, lo que las deja exhaustas y enfermas.

Durante el embarazo
La ginecóloga obstetra potosina María Elena Calizaya explica a ECOS que la experiencia médica y las estadísticas demuestran que las visitas regulares al médico durante el embarazo reducen el riesgo de la muerte materna en gran manera. En ese sentido, la atención prenatal es vital para que el galeno pueda detectar ciertos problemas como cardíacos, renales, de hipertensión, diabetes o un embarazo múltiple; situaciones que pueden exigir mayor atención y cuidados especiales de la embarazada.

Además, cuando una mujer está encinta y siente de improviso que tiene una visión borrosa o disminuida, fuertes dolores abdominales, escalofríos o fiebre, vómitos persistentes, cambios en la frecuencia o intensidad de los movimientos fetales, pérdida de líquido por la vagina, dolor al orinar o expulsión incompleta de la orina, hemorragia vaginal, inflamación repentina del rostro, fuertes o continuos dolores de cabeza o de los dedos, debe acudir de inmediato a un centro de salud o a su ginecólogo de confianza, para que esos cuadros patológicos sean tratados lo antes posible, aconseja.

Según el Ministerio de Salud, Bolivia tiene 3.900 centros de salud, de los cuales 3.315 son de primer nivel (puestos de salud, centros ambulatorios, centros de salud con internación y centros de salud integral), 390 de segundo nivel (hospitales con especialidades en pediatría, ginecobstetricia, medicina interna, cirugía general y anestesiólogos) y solo 195 de tercer nivel (tiene internación de pacientes, quirófanos para cirugías y médicos especialistas).

“En los lugares que no es posible acudir con regularidad a clínicas y hospitales, por la distancia, hay parteras que prestan sus servicios y cuentan con una buena preparación”, asegura la ginecóloga.

Antes del embarazo
“Algo que se debe tomar muy en cuenta es el cuidado de la salud antes de la gestación, es decir, es importante que la pareja planifique con anticipación cuántos hijos quiere tener y el tiempo que debe haber entre un embarazo y otro, de acuerdo con las posibilidades económicas del matrimonio. El tiempo mínimo recomendable para esperar entre un embarazo y otro es de dos años, así la mujer da tiempo a su organismo para que se recupere totalmente del anterior embarazo”, detalla Calizaya.

También es importante, antes de quedar encinta, acumular los nutrientes que la criatura necesitará durante su gestación. Se debe consumir hierro y ácido fólico (en los países en vías de desarrollo, como Bolivia, las mujeres tienen bajos niveles de hierro, por tanto necesitan consumir más; si no, contraen anemia por deficiencia de ese mineral).

Durante el embarazo
Si una embarazada consume drogas, alcohol o tabaco su hijo puede nacer con retraso mental, defectos físicos y posibles trastornos de conducta. La abstinencia debe ser total durante el embarazo.

Una mujer encinta nunca debe tomar medicamentos, a no ser que su médico excepcionalmente le recete alguno.

Muchas veces se oye decir que “una mujer embarazada come por dos”, y algunas toman muy en serio esta expresión y llegan a caer en la obesidad. Calizaya dice que el aumento de peso adecuado es perceptible a partir del segundo trimestre. “La mujer que tiene un peso saludable al comienzo de su embarazo debe aumentar entre nueve y 12 kilos hasta la conclusión de la gestación”.

Alimentación
Lo importante no es la cantidad sino la calidad. La mujer embarazada debe consumir una dieta equilibrada, con muchas frutas frescas y secas, verduras, hortalizas (de color rojo, anaranjado y verde oscuro), legumbres (lentejas, garbanzos, soya y frijoles), cereales (trigo, maíz, avena y cebada, preferiblemente integrales) y carnes en menor cantidad (pescado, pollo, carne de res, huevos, queso y leche descremada), evitando la comida chatarra.

La sal, el azúcar y la grasa se deben consumir con moderación. Prescindir de las bebidas con cafeína y los alimentos con conservantes y aditivos; es mejor beber mucha agua hervida fresca.

Edad
Según Calizaya, las embarazadas menores de 16 años tienen un 60 por ciento de mayor probabilidad de muerte respecto a las que tienen entre 20 y 30 años. Las mujeres mayores de 35 tienen más posibilidades de dar a luz bebés con defectos congénitos como el síndrome de Down.

Además, las gestantes más jóvenes y las de mayor edad reproductiva son más vulnerables a sufrir preeclampsia, patología que se caracterizada por la hipertensión arterial en la madre.

Infecciones
Como reza el dicho: “es mejor prevenir que lamentar”. Por eso es importante tratar cualquier infección antes del embarazo, pues el peligro de que se agraven durante ese periodo es latente, puede derivar en una preeclampsia o un parto prematuro.

“Si la mujer se cuida correctamente durante el embarazo tendrá menos o ninguna complicación durante el parto”, sentencia la profesional consultada por ECOS.

Según UNICEF, anualmente más de 60 millones de mujeres sufren graves complicaciones durante el embarazo y la tercera parte de ellas arrastran lesiones o infecciones por el resto de su vida. Muchas, de países en vías de desarrollo, se hallan atrapadas en un círculo vicioso de embarazos, partos y falta de cuidados, lo que las deja exhaustas y enfermas. Un ranking de Save the Children establece que Bolivia es uno de los peores de la región para ser madre.

Más cuidados para la embarazada

- Seguir las normas básicas de higiene, como el lavado de manos y el baño diario. No utilizar las duchas vaginales.
- Evitar el contacto con personas con infecciones virales.
- No utilizar aerosoles y otras sustancias químicas domésticas.
- Evadir la exposición a los rayos X y a las sustancias químicas tóxicas.
- Abstenerse de tener relaciones sexuales durante las últimas semanas del embarazo o en caso de hemorragia, contracciones o aborto previo.

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