viernes, 20 de diciembre de 2013

Silla para bebés con pantalla iPad causa polémica en EEUU

La tecnología, que ya no conoce de edades, llegó también -pero no sin polémicas- a las sillas para bebé, que en esta Navidad arribaron a los negocios de Estados Unidos con un soporte de iPad incorporado.
Hace algunas semanas, el fabricante Fisher-Price lanzó una silla para bebés llamada Apptivitiy Seat, cuyo soporte permite fijar el iPad a pocos centímetros del rostro del niño.
Y para entretenerlo se puede descargar una ola de aplicaciones del Appstore. El problema es que los especialistas en infancia aseguran que la exposición temprana a las pantallas tiene consecuencias negativas para la salud física y mental del niño, aún en pleno desarrollo.
"Hay un tiempo para todo, y la primera edad no debería ser la de las pantallas, la tecnología y los iPad”, dijo la especialista en educación infantil Cathy Burns.
Los niños "necesitan un adulto atento. Deben interactuar con cosas verdaderas, objetos verdaderos y gente verdadera”, agregó.
En Canadá y Estados Unidos el límite de edad aconsejado para usar una pantalla son los dos años, mientras en Europa se habla de un mínimo de tres años, manteniendo un uso muy corto hasta los seis años, y siempre con pantallas interactivas de tipo tableta.
Y está claro que con una silla para bebés, capaz de soportar a menores de hasta 18 kilos, el objetivo de Fisher-Price son claramente los niños menores de tres años.
La reacción a la sillita con iPad incorporado -en realidad la continuación "natural” de los coches para bebés que ya se veían con el soporte para la tableta- no se hizo esperar, y en internet empezó a circular una petición para que sea retirada del mercado.
Por su parte, el fabricante se defendió replicando que el Apptivity Seat es en realidad un producto "de nicho” no dirigido a todo el mundo. Además, subrayó que también vende sillas para bebé sin soporte para iPad, de modo que corresponde a los padres elegir cuál prefieren para su hijo.
El comité de Campaña para una Infancia Libre de Comerciales (CCFC) criticó a ésta que llamó "niñera electrónica” y cuestionó a Fisher-Price por sugerir que los bebés recién nacidos deben ser dejados solos frente a una pantalla. El organismo recogió más de 11.000 firmas para solicitar que el producto sea retirado del mercado.
"Hay muchos productos terribles para los bebés en estos días, pero el de Fisher-Price es el peor”, declaró David Allmark, director del CCFC.

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