sábado, 18 de marzo de 2017

Factores de riesgo y mortalidad materna

Cuando hablamos de la sexualidad sabemos que desarrollamos la vivencia del ser humano desde la infancia, la adolescencia y también es bueno un enfoque del sentir del adulto.

La fase del ciclo vital en el ser humano es tan trascendental tanto en el hombre como en la mujer, todo se traduce en una socialización diferencial en prácticas y hábitos que se consideran como factores de protección o de riesgos en los procesos de salud o enfermedad.

En más de las veces las condiciones de hombres y mujeres, la ventaja biológica de estas puede ser reducida por el orden social, asociadas a funciones y patrones asignados a ellas que de cierta manera van en contra de su salud, presentándose mortalidad femenina en la etapa reproductiva atribuidas a la contribución de elevadas tasas de mortalidad materna, lo que no sucede en los hombres.

Además se consideran los factores de riesgo para que haya también mortalidad materna, la falta de información para uso eficaz de métodos anticonceptivos los cuales lo usan más las mujeres y hay una prevalencia que el uso de anticonceptivos en los hombres.

Es necesario mencionar que hay ausencia de redes psicosociales que apoyen la maternidad cuando existe abandono de la pareja, el momento importante de la maternidad y desde luego del cuidado del recién nacido son eventos importantes en la cobertura de madre e hijo.

Otro aspecto para que la mujer sufra estrés y enfermedad son múltiples funciones y roles que cumple simultáneamente, además por la naturaleza de cierta manera no se distribuye los alimentos en forma equitativa y por el contrario se prefiere beneficiar a favor de los hombres y los menores.

Estos aspectos tiene que reflexionar en cambiar de actitud diferenciando frente al dolor, así como exteriorizar el dolor diferencial en hombres y mujeres que están regidos a esa influencia de los patrones de la feminidad y la masculinidad en los niveles de tolerancia al dolor, a la enfermedad y su incidencia.

Uno de los patrones de ejercicio de la sexualidad es fundamentalmente masculino adulto y esto explica la subvaloración de la sexualidad femenina en la vejez y es más permisible el ejercicio de la sexualidad por parte del hombre adulto.

Estas diferencias deben ser consideradas de un modo igualitario en ambos sexos por la misma evolución del tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario