viernes, 13 de febrero de 2015

Estrategias útiles para optimizar el parto normal

Este acto fisiológico suele convertirse en algo difícil para numerosas mujeres, las cuales tienen miedo a las dolencias y eventuales complicaciones. Por eso, es necesario recibir informaciones para prepararse correctamente.
12 MÉTODOS DE PREPARACIÓN Y APOYO

El embarazo y el parto son episodios naturales en la vida de la mujer. Sin embargo, acarrean cambios corporales y psíquicos que conllevan muchas dudas y angustias. Por estas razones, las futuras madres deben prepararse para sentirse más tranquilas.

CLÁSICO

El método clásico consiste en clases proveídas por un ginecólogo o una partera. El profesional explica a las futuras madres cómo reconocer las contracciones y cuáles son los síntomas que deben preocuparlas durante el embarazo. También provee consejos para el parto. Por otro lado, se realizan ejercicios de relajación y flexibilidad. Finalmente, el especialista les brinda información sobre los otros procedimientos de preparación que existen para dar a luz.

PISCINA

Las sesiones de preparación en piscina conciernen a las mujeres embarazadas a partir de la vigésima semana de gestación. Incrementan la flexibilidad de las futuras madres y tonifican su musculatura. En efecto, los movimientos de piernas refuerzan los músculos dorsales, abdominales y del periné, los cuales son muy solicitados durante el parto. Además, permiten controlar la respiración. También mejoran la circulación sanguínea y disminuyen las várices.

SOFROLOGÍA

El objetivo de esta disciplina consiste en adquirir automatismos de relajación a los cuales la mujer puede recurrir durante su embarazo y en el momento de dar a luz. Asimismo, la práctica regular de sofrología reduce los síntomas relacionados con la gestación (náuseas y vómito, por ejemplo), aminora los riesgos de nacimiento prematuro, atenúa la toma de peso y previene diversas infecciones. Se efectúan diferentes ejercicios de relajación y respiración para estar atenta a sus propias sensaciones y al ritmo del bebé.

HIPNOSIS

La técnica de acondicionamiento prenatal combina relajación corporal y sosiego psíquico. Bajo hipnosis, la futura mamá accede a una percepción muy aguda de sus sensaciones y del inconsciente. El objetivo principal de este método consiste en incrementar la confianza de la mujer embarazada para que tenga seguridad en ella misma y que el parto se produzca sin miedos.

ACUPUNTURA

Alivia los dolores lumbares que aparecen en el parto. También facilita la apertura del cuello uterino recalcitrante y armoniza las contracciones irregulares. Se estima que existen 15 puntos de acupuntura que pueden ser estimulados para facilitar la salida del bebé, además de aportar comodidad y relajación a la madre. Es posible realizar esta técnica durante el embarazo y antes de dar a luz.

OSTEOPATÍA

En la mujer embarazada, el osteópata realiza pequeños masajes sobre la cadera para favorecer la motilidad el día del parto. Esta técnica es también útil para aliviar numerosas molestias lumbares, dorsales y cervicales. Se recomienda realizar 3 sesiones durante el embarazo. Pero se desaconseja acudir a este método cuando existen riesgos de nacimiento prematuro.

CANTO

Investigaciones científicas demostraron que las vibraciones de la voz se propagan en el cuerpo, lo que provee efectos físicos y psíquicos. Se recomienda que las mujeres tomen clases de canto prenatal para incrementar las frecuencias vocales y los sonidos percibidos por el bebé. Asimismo, ayudan a mejorar la respiración y tener un mejor conocimiento de las partes del cuerpo solicitadas durante el parto (periné, abdominales, diafragma, entre otras). Los padres también pueden iniciarse en esta práctica.

HAPTOnoMÍA

Permite entrar en contacto con el bebé durante la gestación, ejerciendo pequeñas presiones sobre el vientre de la madre y hablando al mismo tiempo. Esta técnica se efectúa a partir del cuarto mes de embarazo, ya que el feto puede responder a las estimulaciones, voces y caricias con movimientos. Es un método que contribuye a transmitir serenidad. Además, el papá puede aprender gestos eficaces para tranquilizar a la mamá durante el parto.

YOGA

Esta práctica ancestral combina posturas y ejercicios de respiración para lograr equilibrio entre el espíritu y el cuerpo. Durante el embarazo, se realizan movimientos y estiramientos que permiten flexibilizar la musculatura, la cual está muy solicitada durante la gestación y el parto. El yoga también contribuye a evacuar las tensiones y alivia múltiples molestias como las quemaduras estomacales, náuseas, vómitos, entre otras. Además, mejora las posturas de la futura madre para limitar los dolores dorsales.

PELOTA

Las mujeres embarazadas pueden realizar ejercicios con una pelota de gimnasia para incrementar el equilibrio, ser más flexibles y reforzar su musculatura. Este método es eficaz para mejorar la postura de la mamá y disminuir los dolores lumbares durante el parto. Asimismo, tiene un efecto relajante tanto para la madre como para el bebé, ya que las ondulaciones que se efectúan con el cuerpo balancean suavemente al feto.

Kinesiterapia

La kinesiterapia prenatal prepara a las mujeres embarazadas para el parto, ya que el kinesiterapeuta les enseña a relajarse. Asimismo, es una técnica que mejora la circulación sanguínea. Las futuras madres aprenden a controlar su respiración y la manera más correcta de empujar durante el parto. Se sugiere realizar una sesión por mes para obtener resultados benéficos y notables.

BONAPACE

El innovador método Bonapace es una excelente preparación para el parto, ya que asocia 3 tipos de acciones. En primer lugar, la digitopresión consiste en presionar diferentes partes del cuerpo mientras se producen las contracciones. En el segundo ejercicio, el padre realiza masajes en la parte baja de la espalda de la futura mamá para aliviar el dolor y las tensiones acumuladas. Finalmente, la etapa de relajación corresponde a aprender a respirar mejor para evacuar el estrés y afrontar el parto.

Las modalidades de dar a luz y las implicancias para la futura madre

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Alfredo Villarroel Goytia

Ginecólogo - Obstetra

El embarazo normal tiene una duración de 280 días, lo que equivale a 40 semanas de gestación. El parto es la culminación de esta etapa y la salida del producto del útero materno. Es considerado como el inicio de la vida de una persona que debuta con la presencia de contracciones regulares, las cuales aumentan en intensidad y frecuencia, acompañadas por cambios normales o fisiológicos del cuello uterino. Esto permite el descenso de la presentación del bebé por polo cefálico (cabeza) o pélvico (nalgas), orientado al estrecho superior de la pelvis materna.

Es muy importante realizar una evaluación de las condiciones maternas fetales para dar a luz. Esto incluye una valoración del tipo de pelvis de la madre, el tamaño del producto, la dinámica uterina (contracciones) y el progreso de la dilatación.

Luego de efectuar esta evaluación, se decide la modalidad de parto. Toma en cuenta que existen tres diferentes:

-Normal espontáneo: el bebé va a realizar su salida después de efectuar varios movimientos internos de orientación, descenso, rotación interna, expulsión, giros externos, salida de la presentación (cabeza o nalgas), desprendimiento de los hombros y nacimiento del producto. Posteriormente, es seguido por la placenta en el periodo de alumbramiento.

-Instrumental: la madre recibe ayuda para expulsar el producto. En este caso, se utilizan el fórceps de alivio o la ventosa, los cuales son instrumentos que permiten realizar el desprendimiento y la salida de la cabeza del bebé.

-Operatorio: corresponde a la operación cesárea. Tiene indicaciones absolutas y relativas como la desproporción céfalo pélvica (entre el producto y la pelvis materna), sufrimiento fetal, cesáreas anteriores, cirugías con cicatrices previas, mala posición del bebé o problemas ovulares como placenta previa, desprendimiento prematuro de placenta, preeclampsia, prematurez (antes de las 37 semanas) y postmadurez (después de las 41 semanas).

Los trabajos de parto normal espontáneo e instrumental se categorizan en tres fases:

-Borramiento y dilatación del cuello uterino

-Descenso y nacimiento del bebé

-Alumbramiento (salida de la placenta)

Toda paciente que va a dar a luz debe ser bien valorada. En las mujeres que presentan riesgos, es importante realizar una monitorización cardíaca del feto en el trabajo de parto para evaluar que no existan desaceleraciones de la frecuencia cardíaca del bebé y asegurarse que el producto no está entrando a un sufrimiento fetal.

Es indispensable destacar que la paciente va a necesitar el apoyo del médico. Según los casos, puede entrar al procedimiento el esposo, siempre y cuando sea de utilidad para acompañar y apoyar a su pareja en el momento del nacimiento. Asimismo, la asistencia de personal calificado de recepción del recién nacido es otro punto esencial. De esta manera, el médico pediatra o neonatólogo debe asistir al parto para atender inmediatamente al bebé.

Por otro lado, el periodo de puerperio consiste en las primeras horas que siguen al parto. Necesita un control minucioso de la cantidad de sangrado que presenta la paciente y la evaluación de la contracción del útero que después del parto queda más o menos a la altura del ombligo. Éste es un momento especial porque pueden aparecer algunas complicaciones como la falta de contractibilidad del útero dando las hipotonías o atonías uterinas. Toma en cuenta que si no son controladas, terminan en histerectomía (retiro del útero).

Si la paciente cuenta con un control prenatal adecuado, evaluación de la edad gestacional, detección oportuna de posibles riesgos, valoración del tipo de pelvis (para definir la vía del parto), atención personalizada del equipo médico, ginecólogo-obstetra, pediatra y del equipo quirúrgico, siempre va a tener menos complicaciones en el parto.

Contactos: 4505017-77497959

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