jueves, 19 de junio de 2014

Pequeño trepador


Ingrid Maldonado Burgos /

Fisioterapeuta Kinesióloga Infantil /

ymagos@gmail.com

Una vez que el bebé ha aprendido a gatear sin dificultad, se desplazará de un lado a otro de la casa, con agilidad y velocidad. También intentará subir gradas y cuando encuentre alguna altura en su camino, como almohadones, banquitos y hasta libros que estén en el suelo, pretenderá trepar con la intención de alcanzar la “cima”, esto es algo que le llama mucho la atención.

Una interesante manera de estimular esta acción es colocar objetos como almohadones o toallas dobladas cubiertas con una gran sábana, creando una pista de obstáculos para que el bebé pueda practicar en ella.

Desarrollo psicomotor

En la acción de trepar, sea a un sillón, a la cama o a una grada, intervienen varios elementos psicomotores, todos ellos muy importantes para un óptimo desarrollo motor, entre ellos, los siguientes:

• La fuerza en los brazos que dará firmeza y protección en las caídas

• El desplazamiento en contra de la gravedad que le enseñará a centrar su cuerpo en el espacio que le rodea manteniéndose en equilibrio y evitando que se caiga

• Los movimientos alternados de brazos y piernas aportarán a su coordinación gruesa, ejercitando su cuerpo de manera adecuada para el momento en que camine.

• Al trepar, el bebé consigue un dominio de su espacio y de su cuerpo, un manejo hábil de sus movimientos gruesos, que le permitirá lograr sus objetivos propuestos a nivel motor y le brindará la satisfacción de haberlos logrado.

• También los conceptos de arriba-abajo son vivenciados desde muy temprana edad para completar este aprendizaje.

Alcanzando la “cima”

Al alcanzar “la cima”, que seguramente será un sillón u otro mueble, el bebé sentirá el placer del logro, la sensación de haber conseguido su objetivo. Podemos observar que después del logro están con una postura erguida y la mirada muy alta, esperando ser aprobado/a.

Esta satisfacción lo acompañará en el transcurso de su desarrollo, recordándole la sensación cada vez que decida emprender algo. El niño seguro de su cuerpo y de sus movimientos, será un guía; el niño o niña inseguro, seguirá al guía.

No permitirle trepar, crea frustración, inseguridad y desconfianza. También es muy importante recomendar que esta actividad debe ser siempre supervisada por un adulto para evitar que el bebé se haga daño.

QUICKIE

Una vez que tu pequeño gatea por toda la casa, necesitas revisar todo lo que esta a su altura y eliminar lo que no sea seguro.. Asegúrate de esto y nunca dejes de supervisarlo personalmente.

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