jueves, 5 de junio de 2014

El equilibrio corporal de tu bebé

ngrid Maldonado Burgos /

Fisioterapeuta Kinesióloga Infantil /

ymagos@gmail.com



Mes 2 a 6

A partir del segundo y hasta el sexto mes, lo haremos de dos sencillas maneras: colocaremos al bebé en el centro de una toalla grande o una mantilla, la sujetaremos de ambos extremos, la levantaremos y lo meceremos entre dos personas. Debe ser muy suave, un tiempo de un lado a otro, y luego de arriba hacia abajo con la misma suavidad, no deben ser movimientos bruscos de ninguna manera. Este estímulo permitirá que su vestíbulo o centro del equilibrio ubicado en el oído interno madure de mejor manera que si no se lo estimula. Cuando llegue el momento de caminar, lo hará con mayor control corporal. La otra manera de estimular el equilibrio es usando la silla mecedora de mamá, para lograr un estímulo suave, seguro y muy eficiente. Cuando el bebé esté despierto es ideal cantarle y hablarle, para estimular su atención.



Tercer trimestre

En el tercer trimestre usaremos pequeños columpios para bebés que actualmente se encuentran en el mercado, aunque también podemos columpiarnos nosotras en un columpio normal, con el bebé en las faldas muy bien asegurado. Lo importante es que sea de manera delicada.

La hamaca tradicional, típica de nuestro oriente, es un elemento muy útil para utilizarlo con este fin. Ten una en la habitación del bebé colocada a una distancia muy corta del suelo para prevenir accidentes. La sensación de balanceo sirve para relajar al bebé, pero a medida que va creciendo, domina el manejo de la misma, logra subir y bajar de ella sin caerse y se convierte en un juguete divertido con el cual aprende a controlar sus movimientos y a caer sin lastimarse.No es recomendable que el bebé duerma en la hamaca: por el bien de la postura de su columna siempre debe descansar sobre una superficie dura, es decir sobre un colchón duro, que no se hunda.







Cuarto trimestre

En el cuarto trimestre, iniciaremos las sensaciones con un poco más de intensidad, utilizando pequeños resbalines, sean estos las piernas de papá o mamá o uno fabricado a base de varias almohadas, una encima de otra, cubiertas con una sábana permitiendo que el bebé se deslice. Estos juegos son muy divertidos y sobre todo permiten participar a la familia y fortalecer lazos afectivos indispensables en el desarrollo del bebé.

Otro elemento interesante y enriquecedor para estimular el control del equilibrio es jugar con cajas de cartón de un tamaño adecuado para el bebé. Coloca las cajas sobre una sábana para poder movilizarlas y dentro de la caja acomodada con mantillas se coloca al bebé y se lo jala en varias direcciones y a diferentes velocidades, siempre con el criterio de no ponerlo en peligro.

También se pueden obviar las cajas y simplemente usar las sábanas para jugar con el bebé de un lado a otro, es importante colocar una pequeña almohada para proteger la cabeza.

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