jueves, 29 de noviembre de 2012

Practican yoga prenatal para facilitar el parto

El vientre crece durante nueve meses y también las expectativas de la llegada de un nuevo ser. En este proceso, la práctica de yoga prenatal permite la preparación física, mental y emocional de las futuras madres para que puedan tener un alumbramiento natural y sin complicaciones.

Ante los cambios físicos y emocionales que se producen durante la gestación, junto con el temor de asumir un nuevo rol, esta disciplina incluye diferentes técnicas de respiración, postura, meditación, contemplación y relajación que facilitan el alumbramiento.

“El yoga prenatal minimiza los partos por cesárea y los riesgos futuros en la salud de la madre y el bebé”, explica Luis Muñoz, biopsicoterapeuta e instructor de yoga en el Club de Belleza.

Esto es posible por el trabajo de fortalecimiento de la zona pélvica de la mujer y por las técnicas de respiración y relajación, que también ayudan a reducir el tiempo de trabajo de parto y los dolores que conlleva.

Marianela Salazar, de 37 años, dio a luz a su bebé hace un mes en un parto natural que duró 15 minutos. “Desde que supe de mi embarazo, los médicos aseguraron que sería cesárea, pero los ejercicios de relajación que aprendí durante las clases de yoga prenatal facilitaron el proceso”, cuenta entusiasmada.

Participar en estas sesiones, sin embargo, no siempre garantiza un parto natural. Existen casos en los que, por cuestiones médicas, la única alternativa es practicar una cesárea, según explica la instructora de yoga del centro Casa del Sol, Marlene Valverde.

Esa fue la experiencia de Luz Quenallata, de 30 años, quien a pesar de asistir a estos cursos tuvo a su hijo con una operación. “Fue algo inevitable, pero sin importar el modo en que nació, esta práctica me ayudó en otros aspectos físicos y emocionales”, dice.

Beneficios de esta práctica

Aunque una indescriptible ilusión se origina al sentir las suaves patadas y escuchar los latidos del nuevo ser en el vientre, también hay un nivel de ansiedad y preocupación que puede afectar en su desarrollo.

A Carolina Segales, de 20 años, esta experiencia la preparó para asumir su papel de madre. “Tomé conciencia de esta nueva etapa de mi vida, sabiendo que todo cambiaría. Gané confianza como madre primeriza y me preparé para la llegada de mi bebé”, cuenta.

Este ambiente armonioso, relajado y equilibrado permite, según los especialistas, que el recién nacido sea más inteligente, sereno y con mayor sensibilidad a lo natural.

Además, durante las sesiones se incentiva a tomar contacto y conciencia del bebé, mediante conversaciones sencillas, como si ya lo tuvieran entre sus brazos, explica Valverde.

En cuanto a los ejercicios, Muñoz recomienda someterse a un diagnóstico médico previo para determinar el esfuerzo que puede emplear la madre.

Se realizan diferentes movimientos que, además de fortalecer la musculatura pélvica y abdominal, corrigen la postura de la columna, mantienen las articulaciones flexibles, estimulan la circulación de la sangre, ayudan a la digestión y evitan dolores musculares.

Generalmente se realizan dos sesiones por semana, cada una dura entre una a dos horas, pero también se recomienda repetir los ejercicios en casa.

Pero ¿en qué etapa del embarazo se debe iniciar esta práctica? Si bien los expertos opinan que a partir del cuarto mes, esto no limita a quienes quieran empezar antes o después.

“Cuanto antes se inicien en el yoga prenatal, habrá más posibilidades de ver resultados favorables. Además, un aspecto que siempre deben tomar en cuenta es la perseverancia, porque la discontinuidad siempre es un problema”, asegura el biopsicoterapeuta.

Intervención varonil

Durante este proceso, la presencia de la pareja es muy importante, porque permite que el progenitor cree un vínculo con el ser que está en camino, y aumenta la confianza de la madre al momento de hacer los ejercicios.

“Cuando el padre participa en las sesiones, una siente que él se involucra con la etapa de gestación. Es un apoyo importante, porque además serán los que te harán recuerdo de cómo respirar durante el trabajo de parto”, opina Mónica Sanabria, de 27 años.

Sin embargo, hay pocos varones dispuestos a participar en este proceso, por sentirse incapaces de realizar los ejercicios de elongación o por falta de conocimiento de los beneficios de esta terapia natural, que poco a poco gana más adeptos y se practica más en el país.

Punto de Vista
Roberto Udler GinecólogoEl yoga prenatal, al ser una práctica natural que permite la relajación física y mental de la gestante, ayuda de sobremanera en el proceso de embarazo e incluso durante el parto.En cuanto a la relajación mental, la tranquilidad que la madre logra obtener influye también en la tranquilidad fetal. Es decir, el bebé se desarrolla dentro del vientre en un ambiente armonioso que favorece su formación y, después, su vida.

En cuanto a la relajación física, los ejercicios permiten que los músculos se flexibilicen. Es como una gimnasia necesaria para la preparación del parto. Muchas mujeres pasan su embarazo de forma sedentaria, pero esto no les ayuda al momento de dar a luz.

Las mujeres pueden practicar yoga prenatal en todos los casos. No daña la dinámica del embarazo; por el contrario, puede facilitar el trabajo de parto. Ahora, es importante hacer una evaluación previa para que el instructor defina los ejercicios.


Información para quienes quieren practicar yoga prenatal
Recomendación Utilizar ropa holgada para realizar los movimientos, no ingerir alimentos antes de las sesiones y detenerse en caso de malestar.


Casa del Sol Para mayor información sobre los cursos en este instituto de yoga en Sopocachi, llamar al 70669278 o al 2440928 (Marlene Valverde).


Club Belleza Para consultas sobre las sesiones en este spa médico en El Prado, llamar al 2317687 o al 76297072 (Luis Muñoz).



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