jueves, 15 de noviembre de 2012

El Parto: ¿Realización o Sufrimiento?

Alejandra Laserna Fernandez. Instructora Pilates Pre y Post Natal - Mundo Pilates

Jasmina (31) cuenta que todo iba muy bien en su embarazo, pero “faltando poco para el nacimiento (de mi bebé) y viendo que mi doctora no me decía nada con respecto al parto, me atreví a preguntarle si sería un parto natural. Y con gran sorpresa recibí la siguiente respuesta: “¿Cómo? ¿Tú quieres que tu bebita sufra pasando por un trauma innecesario? Debes tener en cuenta que tienes 31 años y tus caderas ya están calcificadas”. Mis miedos aumentaron y no supe qué hacer”.

Se estima que en Bolivia se hacen 9,500 cesáreas innecesarias al año (ENDSA 2008), y cada día son más las mujeres que renuncian a la opción de experimentar un parto y tienen a sus bebés con una intervención quirúrgica que, como cualquier otra tiene sus riesgos, no solo para la madre sino también para el bebé. Eso significa que casi 10 mil mujeres arriesgan su salud y la de su recién nacido por razones no justificadas desde un punto de vista médico.

Hasta hace unos años atrás, si estabas embarazada no había duda de cómo nacería ese bebé: ¡con un parto por su puesto! Salvo que hubiera alguna complicación o emergencia que imposibilitara su nacimiento normal. Sin embargo, los miedos heredados, prejuicios, preferencias médicas y la influencia de los medios son tan grandes que todas las mujeres le temen al parto. Muchas creemos que la cesárea es más segura e indolora, tanto así que hoy en día el nacimiento por cesárea está reemplazando un proceso natural perfeccionado por millones de años de evolución del ser humano.

La cesárea se ha puesto muy “de moda” entre médicos y las mismas pacientes por su supuesta “practicidad” y “elegancia” y ahora vemos una tendencia hacia esta cirugía innecesaria que está poniendo en riesgo la vida y la salud de madres y bebés por igual. En Bolivia y sus estratos más altos, casi el 50 por ciento de los nacimientos son por cesárea (ENDSA, 2008), lo que demuestra que los médicos están haciendo cesáreas a quienes pueden pagarlas y no a quienes las necesitan.

Mujeres programan su cesárea por elección propia, como quien hace una cita en la peluquería, porque están convencidas de que no hay necesidad de sufrir o hacer sufrir al bebé.

¿Qué sucede en un parto?

El parto es un proceso complejo cuyo inicio es aún un misterio. Implica una serie de cambios en el cuerpo de la madre y en el bebé que va a nacer, quien empieza su recorrido hacia el mundo a través del cuerpo de su madre. El parto básicamente se divide en tres etapas clave: el trabajo de parto (que lleva a la dilatación del cuello uterino), la fase del pujo (o salida del bebé) y la expulsión de la placenta. Expertos dicen que este proceso es esencial para crear un lazo entre la madre y su bebé. “En el momento del nacimiento, la madre segrega un cóctel de hormonas llamadas hormonas del amor, que son fundamentales para crear el vínculo madre-hijo(a). Es una mezcla compleja de endorfinas que crean una dependencia mutua que asegura la supervivencia de la criatura y el instinto de cuidado de la madre”, indica el Dr. Michel Odent, Ginecólogo y Obstetra Francés. Él resalta que sin este cóctel y con un procedimiento quirúrgico, la madre pierde ese momento esencial con su criatura y el conectarse con su bebé se convierte en un proceso más largo.

Por otra parte, el parto es una experiencia de crecimiento personal para la madre, el hijo, el padre y el resto de la familia que la acompaña. Alejandra, de 37 años, explica que ella quiso un parto normal porque “quería vivir la experiencia lo más natural posible, tenía plena confianza en la fortaleza y capacidad de mi cuerpo, y tenía el apoyo pleno de mi esposo, mi familia y mi médico. Todos estaban conmigo cuando estaba en trabajo de parto, ¡incluyendo mi balón de pilates! Nunca me sentí tan fuerte como después de tener a mis dos hijas por partos normales, ¡siento que puedo conquistar el mundo y más!”.

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