Si una mujer es adicta a alguna sustancia –no necesariamente drogas, también medicamentos– corre el riesgo de que su bebé nazca ya con esa misma adicción. El problema es tan serio en EEUU que se calcula que en ese país cada hora nace un bebé adicto a los medicamentos. El dato lo aporta un estudio norteamericano publicado en el Journal of the American Medical Association. Es lo que se llama síndrome de abstinencia neonatal: el bebé nace adicto a los medicamentos consumidos por su madre. Lo que ocurre es que cuando una mujer embarazada es adicta, las sustancias que consume llegan al torrente sanguíneo del feto a través de la placenta. Al nacer, la dependencia del bebé respecto a la droga continúa, pero no su administración. Ello causa diversos trastornos en el sistema nervioso del niño y en su organismo en general. En Estados Unidos, el síndrome de abstinencia neonatal se ha triplicado con los analgésicos y los calmantes en los últimos diez años. Son los fármacos que más provocan este tipo de dependencias. Así, según el estudio que publica la revista de la American Medical Association, de cada mil niños nacidos el año pasado en EEUU, más de tres eran adictos a este tipo de medicamentos.
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