domingo, 9 de octubre de 2016

Bebés, ¡a ejercitarse!



Cuanto más temprano se comience a hacer ejercicio o se estimule la actividad física, mejor.

No se trata de formar atletas olímpicos, sino de impulsar el desarrollo psicomotriz de los niños desde el mismo momento que nacen.

"Cualquier actividad es beneficiosa para su salud y el bienestar, desde correr alrededor o estar saltando en un mismo sitio", dijo en una entrevista publicada por la BBC Angela Newport, especialista en actividades físicas para la infancia.

"Eso les permite desarrollar su corazón, también los pulmones, además que sirve para quemar calorías. Si también lo hacen junto a otros niños, eso les permitirá desarrollar herramientas para la interacción social".

Al hablar de ejercicios no se trata de rutinas enfocadas hacía un deporte ya que, como lo había explicado a BBC Mundo el doctor Rafael Gutiérrez, de la clínica deportiva MEDS en Chile, "no es en realidad hasta los 8 ó 10 años que tienen la capacidad física, pueden mantener la atención por tiempos prolongados y poseen la habilidad de comprender las reglas necesarias para jugar un deporte de manera organizada".

Se trata más de actividades dirigidas a los primeros años de la vida de una persona.

"Los bebés deben estar activos físicamente todos los días y desde que comienzan a caminar deben estarlo por lo menos tres horas al día", comentó Newport.

"No estamos hablando de ejercicios que los dejen sin aliento, sino de actividades que los hagan mover de un lugar a otro".

Elegir un deporte

Es aquí donde los padres cumplen un rol muy importante. "Una de las formas de aprender de los niños es copiando lo que hacen los otros e imitando comportamientos. Si ven a alguien activo y disfrutando de lo que está haciendo, es muy probable que también quiera participar", agregó.

Por ejemplo, si se elige la natación uno puede llevar a la piscina al bebé desde los seis meses, pero es en la casa donde se produce el primer contacto con el agua.

Los pequeños nadadores se irán familiarizando con un ambiente en el que se podrán divertir al mismo tiempo que ejercitar sus extremidades.

Según promueve la federación británica de natación, el ejercicio en el agua ofrece una larga lista de beneficios que van desde mejorar la coordinación y el balance hasta desarrollar los músculos y articulaciones.

Además contribuye a aumentar el apetito y ayuda a establecer un patrón de sueño.



YOGA

Desde los primeros meses de sus vidas los niños disfrutan una gran flexibilidad en sus cuerpos, estirándose y contorsionando sus cuerpos de forma intuitiva.

Se puede aprovechar esta habilidad natural y estimularla en un lugar tranquilo y sereno para impulsar su desarrollo psicomotor. Si todavía no caminan, será necesario dirigirlos sosteniendo los brazos y piernas, pero es aconsejable no forzar a los niños a realizar las posturas. Lo mejor es a través de la imitación, enseñarles y dejar que ellos lo repitan.

De esta forma irán tomando conciencia de las diferentes partes de su cuerpo y de lo que es capaz de hacer con ellas.

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