jueves, 26 de mayo de 2016

El Método CANGURO, es para todos

“El neonatólogo me preguntó si estaba dispuesta a ser mamá canguro y le dije que sí, sin saber exactamente qué era, después leí mucho al respecto, incluso artículos que refutan creencias como que no hay que cargar mucho al bebé porque se acostumbra. Agradezco haber sido mamá canguro con mi segundo bebé, porque lo vi desarrollarse muy bien”, dice Daniela Gabela, mamá de Sebastián y Nicolás, su segundo bebé que nació de 30 semanas.

“Estuve piel con piel las 24 horas con él y eso lo ayudó a desarrollarse y terminar de madurar sus órganos, además de la parte afectiva, terminó la gestación fuera del útero pero en conexión conmigo. Siempre he cantado a mis hijos desde el embarazo, sé que me escuchan y saben que soy yo. La experiencia ha sido sublime y bastante fuerte. También tuve ayuda de personas cercanas como mi madre, mi suegra y mi esposo”, asegura.

El Método Canguro y el contacto piel con piel son la misma cosa aplicada a bebés con necesidades distintas. Un bebé sano y uno enfermo necesitan estar junto a la piel de su madre y alimentarse de ella. El bebé prematuro precisa además cuidados médicos.

Los cuidados del Método Canguro son para todos los bebés, prematuros o a término, sanos o enfermos. Es la mejor manera de recibir y cuidar al bebé. Básicamente consiste en proporcionar contacto piel con piel, lactancia materna a demanda y proveer de los cuidados que necesiten madre y bebé. Un niño sano necesitará tan solo el contacto con su madre y su alimento. Si el bebé es prematuro o de bajo peso o sufre alguna dolencia, el contacto piel con piel será la base de los cuidados médicos que se le deba proporcionar.



El origen

A principios de la década de los años 80, el doctor Edgar Rey Sanabria, profesor de neonatología y pediatría del Instituto Materno Infantil en Bogotá, alarmado por la alta tasa de mortalidad de bebés prematuros en su hospital, decidió introducir un nuevo método para enfrentar la falta de incubadoras y de atención especializada para estos bebés.

El experto sugirió que las madres tuvieran un contacto continuo de piel a piel con sus bebés prematuros o de bajo peso para mantenerlos calientes y amamantarlos cuando fuera necesario.

Si un bebé necesitaba oxígeno, se le administraba con una mascarilla mientras dormía sobre el pecho de su madre.

El pediatra mostró que con ese contacto permanente de piel a piel se podía obtener un control de temperatura tan bueno como el de la incubadora. El método mostró que no sólo lograba reducir la mortalidad, sino que también los bebés podían prosperar de forma drástica.



Contacto continuo

Fue en las últimas dos décadas cuando finalmente se logró revaluar el beneficio de esta estrategia para neonatos prematuros y los estudios han mostrado que el método no sólo reduce la mortalidad de estos bebés sino también las complicaciones de salud, tanto físicas como mentales, asociadas al bajo peso al nacer.

"En 1986 creamos la Fundación Canguro para evaluar los resultados a largo plazo del método madre canguro. Y en los últimos 15 años hemos recibido unos 60 equipos de 30 países del mundo. En América Latina el método se ha extendido rápidamente en las maternidades de clínicas y hospitales", afirma Natalie Charpak, Directora de la Fundación Canguro en Colombia.

"Hay países como Brasil, donde el método canguro es ya una ley de salud pública".

Contamos con una guía basada en la evidencia que indica que el MMC ofrece una regulación térmica estable tan buena como la incubadora, que la madre puede producir más leche al estar en contacto permanente con el bebé, que hay un 'empoderamiento' de los padres en las salas de maternidad

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