Durante las tres o cuatro primeras semanas, puedes envolver al bebé apretadito con una mantita para que se sienta más cómodo y seguro. A partir de las 6 semanas, puedes reforzar el ritmo biológico de tu bebé estableciendo una rutina para ir a dormir. Por ejemplo, hacia la misma hora cada tarde, dale un baño, léele un libro, dale de comer, cántale una canción de cuna y acuéstalo. Haz que la alimentación nocturna sea tranquila y que la alimentación diurna sea social. Por la noche, no hables ni enciendas la luz cuando lo alimentes. Durante el día, haz lo contrario: trata las comidas como oportunidades para arrullar, cantar, hablar e interactuar con él. /
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