Y es que según un estudio publicado en la revista Archive of Disease in Childhood, la lactancia mejora el desarrollo del cerebro, aumentando el intelecto y así, promoviendo el ascenso social. Además, un niño seguro de sí mismo será un niño menos estresado.
El estudio, liderado por Amanda Sacker, analizó dos grupos de personas. El primero abarcaba 17 mil 419 individuos nacidos en y el segundo, 16 mil 771 individuos nacidos en 1970. Los investigadores preguntaron a las madres si les habían dado pecho a sus hijos y, posteriormente, compararon la clase socioeconómica de su infancia con la de su adultez.
Según reportaron los investigadores, la clase social se clasificó en una escala de cuatro puntos que iba desde “no calificados” hasta “profesional”. El equipo investigador también estudió el desarrollo y estrés de los individuos en cuestión a través del tiempo.
Mientras que 68% de los niños nacidos en 1958 fueron amamantados, sólo 36% de los nacidos en 1970 lo hicieron. Por otro lado, varios factores ambientales propiciaron más el ascenso social de la generación del 70 que del 58. Sin embargo, inclusive al tomar estos factores en cuenta y reajustar los resultados, los científicos pudieron comprobar que los niños amamantados de ambas épocas tenían 24% mayor probabilidad de ascender socialmente.
"Tal vez la combinación del contacto físico con la madre y los nutrientes más adecuados necesarios para el crecimiento y desarrollo del cerebro están implicados en la mejora neurocognitiva y los resultados de adulto de los niños alimentados con leche materna”, concluyen los autores.
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