Las causas. El estrés, los cambios hormonales y la disminución del flujo vascular hacia el cuero cabelludo, en el período alrededor del parto, hacen que los pelos entren masivamente en fase de caída. Esta situación se debe a la disminución de estrógenos y progestágenos en el posparto, que debilita el folículo piloso y lleva al desprendimiento.
La alimentación. Por su parte, Giovanna Bustos, médico cirujana con especialidad en medicina estética, señala en la web abcdelbebe.com que las dietas bajas en calorías acortan el ciclo del crecimiento del pelo. Además, la disminución de los niveles de magnesio favorece su caída. Por lo anterior, aconseja llevar una dieta balanceada durante y después del embarazo. En ningún caso es conveniente usar tintes en esta época.
Consejos para prevenir. Para empezar debe lavarse el cabello con productos de buena calidad. A veces, una buena inversión puede ayudar a que el trastorno no sea tan evidente y pueda controlarse. En segundo lugar debe alimentarse adecuadamente. El consumo de verduras y frutas es muy recomendado y en la época del posparto son alimentos esenciales que deben ser ingeridos diariamente. Se recomienda no abusar de los peinados tirantes, ni del planchado, ni de permanentes. Lo más indicado es lavar el cabello y dejarlo secar de modo natural. Los suplementos vitamínicos pueden ser una buena alternativa si la caída es excesiva y preocupa a la reciente madre. Siempre hay que consultar a un especialista. Hay que recordar que los niveles de hierro tras el parto pueden verse disminuidos y una ayuda extra puede venir muy bien.
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