jueves, 23 de agosto de 2012

Papillas no deben incluir Leche ni huevo

Las criaturas deben tener una alimentación complementaria a partir de los seis meses de nacimiento.

Las papillas para bebés menores de un año no deben incluir leche de vaca o leche entera, así como sus derivados (yogur, queso y otros) debido a que este alimento puede sobrecargar los riñones del infante, además de causarle diarrea y alergias, según Susana Rodríguez, nutricionista y dietista del Hospital del Niño, en La Paz.
La especialista afirma que el huevo y los cítricos, entre otros, también son alimentos restringidos antes del primer año de vida, pues son alergenos y pueden provocar intolerancias alimentarias en el niño.
Las papillas caseras son la mejor elección. Rodríguez expresa que las papillas o alimentación complementaria se proporcionan a los seis meses de edad, sin dejar de lado la lactancia materna. También recomienda alimentar al infante con preparaciones caseras y recurrir a productos naturales, pues éstos son más nutritivos y no contienen aditivos químicos, como las papillas envasadas. “Es mejor que el pequeño coma la comida de la casa, hecha en casa y fresca”.
La nutricionista explica que la primera etapa se inicia con tres papillas al día, y para calcular la cantidad, la nutricionista aconseja: “Si tiene seis meses, se preparan seis cucharas soperas; si tiene siete, serán siete, y así, a medida que pasa el tiempo, se calcula la cantidad”.
A los seis meses, la criatura debe recibir tres comidas al día. Sin embargo, la dietista indica que cuando llega a los siete, se le debe dar cinco papillas diarias. “Una a la hora del desayuno, otra a media mañana, a la hora del almuerzo, a media tarde y la última a la hora de la cena”.
Un proceso paulatino. Rodríguez dice que las primeras papillas que se pueden dar al bebé, a sus seis meses, son las de papa y camote. “Se aplasta un poco de papa y se ablanda con leche materna, como un puré. Más tarde se puede intercalar o mezclar con camote, pues estos alimentos son los que menos causan alergias”, recomienda. A media mañana se le puede dar plátano, papaya o manzana. Poco a poco se incorpora el durazno, pera o uva, entre las frutas, además de zanahoria, zapallo, arroz y quinua para diversificar su dieta. Para el desayuno y el té, se puede hacer hervir maizena, avena o sémola.
En el séptimo mes se introduce la carne de vaca y de pollo, además de espinaca. “Cuando el niño cumpla el primer año de vida, tiene que entrar en la olla familiar y consumir todo lo que sus parientes comen, excepto carne de cerdo, de cordero, ají y condimentos muy fuertes”, concluye la experta.

8 meses en adelante, se privilegia la comida a la lactancia para que no haya desnutrición.

6-8 entre estos meses lo más importante es la lactancia, por encima de las papillas.

La preparación debe ser consistente

Según la especialista, una buena papilla debe tener una consistencia espesa.

papilla de pollo y acelga

Ingredientes
1 trozo de pollo cocido, del tamaño de la mano del bebé
Hojas de acelga
Zapallo
Arroz

preparación. El trozo de pollo y las hojas de acelga, el zapallo y el arroz deben estar bien cocidos en agua.
Luego se los introduce en la licuadora hasta que tengan la consistencia de un puré y se le da al niño. En esta preparación también se puede añadir un poco de leche materna.
La dietista indica que la persona que prepara la papilla del bebé debe controlar mucho la higiene de las manos y utensilios.

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